The sinner (segunda temporada)

The sinner (segunda temporada)

Por qué alguien en apariencia normal, con una buena vida, con un mundo de posibilidades por delante, es capaz de cometer un crimen? El bueno de Bill Pullman nuevamente en la piel del detective Ambrose, que todo lo duda, nos ayuda otra vez a entenderlo.


7 Butacas



Fue tan buena y tan inesperada, en un mundo de mucha serie y mucho argumento y muchas pantallas, que la fórmula merecía repetir, con giros, con sutilezas, pero repetir.

Y está bien el intento, a diferencia de otros casos en los cuales ya no es posible lograr la misma tensión narrativa, por la falta de sorpresa que impone un formato, en the winner se logra.

Al igual que con Fargo, la buena serie inspirada de lejos en la película de los hermanos Cohen, en esta producción el formato será algo similar, un crimen en el primer capítulo, extraño, rodeado de connotaciones y detalles que no encajan del todo, en un pueblo, será un buen disparador para que aparezca el detective que encarna Bill Pullman, que, precedido por la fama que le dio haber resuelto el caso de la primera temporada, se ha especializado en estos en los que las cosas parecen no ser como la lógica indica.

Una pareja viaja a las cataratas del Niágara con un niño, y en un descanso en un hotel de ruta encontrarán ambos la muerte, brutal y compleja.

El niño es el único sospechoso, y como nadie quiere líos, será fácilmente condenable.

Pero como es el pueblo natal del detective Ambrose, y como la policía que tiene que llevar la investigación adelante lo conoce por ser amigo de su padre, lo asignarán como asesor en el caso.

A partir de esa intervención, el detective Ambrose y todos sus fantasmas (su propia historia de niño lo hace tener empatía casi inmediata con el joven protagonista) se harán cargo de un caso que, poco a poco comienza a incomodar a todo el pueblo.

La madre del niño, otra vez un gran papel de Carrie Coon, a quién ya habíamos elogiado en Fargo, es la líder de una granja resabio de las viejas aldeas hippies de los años 60, con sus propios códigos y moral, y entre tanto, habrá que descubrir qué pasó de verdad.

Una trama que tiene la particularidad de mantener la atención, de estar muy bien actuada, y en la que nada hay que dar por resuelto o sentado.

Es muy buena la forma de contar el suspenso y las dobles caras de los protagonistas.

Quizá la historia tenga algunas falencias, pero está tan bien contada que todo se pone en orden muy rápidamente.

El pasado del detective que tan bien compone Pullman, sus propios miedos y fantasmas están presentes en toda la trama, y le agregan una cuerda de dramatismo inesperado y muy saludable para comprender a ese detective.

Merece un comentario aparte y destacado el buen proyecto de actor que es el niño protagonista, Elisha Henig, de tan solo 14 años, que hace un papel extraordinario.

The sinner, en su segunda entrega, ha encontrado una buena fórmula, que esperamos tenga más entregas.

Comentarios

Entradas populares