The Affair (Temporada 5)
The Affair (Temporada 5)
Sin Allison ni Cole (que se fueron de la serie por distintos motivos) esta quinta temporada se dedica a cerrar historias y a plantear, con el mismo recurso narrativo, un futuro posible para los personajes.
6 Butacas
Pero no es fácil lograrlo, y si bien el camino y la búsqueda son muy interesantes, los resultados no son los esperados.
Aparecen nuevos personajes para sostener la historia, pero el conflicto se traslada, ya no serán cuatro adultos que no pueden con sus emociones y su pasión, sino que serán dos sobrevivientes de esas historias, buscando apaciguarse, estabilizar sus vidas, dejarse de ajetreos.
Noah (los voy a nombrar por sus personajes, a esta altura ya llevamos 5 críticas) seguirá enganchado en su espiral de ego y de conquistas. Solo, ya no tan efectivo, dilapidará con desdén una oportunidad que se le había presentado con la directora del colegio en el que trabaja hacia el final de la temporada anterior, pero no prosperará.
Helen verá partir a Vic finalmente, no se involucrará más que por condescendencia con Alma y su embarazo extraño, y se enamorará de un director de cine famoso, que está rodando el famoso libro de Noah.
Los hijos seguirán su camino, a los golpes, pero de manera libre y con tropiezos, y la vida los reafirmará en sus convicciones y viviendo definitivamente en la costa oeste.
Helen se las verá con la vejez de sus padres, las cuentas, la casa de los Hamptons y todo volverá a tener un equilibrio precario.
Las miradas, esa maravillosa experiencia de contar la historia desde dos ángulos, desde dos miradas distintas en cada capítulo partido a la mitad, serán quizá más distantes que nunca, más incongruentes, más reales.
Lo novedoso en esta temporada (que debería ser la última, por los buenos tiempos) es la aparición de una historia en el futuro. Es la historia de la hija de Cole y Allison, la que Noah crió en sus primeros dos años pensando que era de él.
Ella es una aparición interesante en lo narrativo, es un futuro (digamos 35 años) en el que las cosas están raras, más tecnológicas pero no tanto, más contaminadas pero no al límite. Bien planteado, la veremos (la interpretación es de Anna Paquin, aquella chiquita de The Piano) a Joannie interpelando su pasado, rompiendo con su presente y buscando la verdad sobre la muerte de su mamá.
Tiene giros interesantes esta temporada, está muy bien elaborada y pensada, debe exigir un plus de creatividad y tomar riesgos (como el viaje al futuro) para poder sostener la tensión y el interés.
Ahora bien, es necesario remarcar que es otra cosa. Que aquellos que gozamos con las temporadas 1 y 2 de la serie, con su originalidad y su romanticismo y su ritmo, nos sentimos un poco lejos de esta temporada, aunque los recursos son los mismos y el devenir de la vida de los personajes nos parezca lógico y seductor.
Sin Allison ni Cole (que se fueron de la serie por distintos motivos) esta quinta temporada se dedica a cerrar historias y a plantear, con el mismo recurso narrativo, un futuro posible para los personajes.
6 Butacas
Pero no es fácil lograrlo, y si bien el camino y la búsqueda son muy interesantes, los resultados no son los esperados.
Aparecen nuevos personajes para sostener la historia, pero el conflicto se traslada, ya no serán cuatro adultos que no pueden con sus emociones y su pasión, sino que serán dos sobrevivientes de esas historias, buscando apaciguarse, estabilizar sus vidas, dejarse de ajetreos.
Noah (los voy a nombrar por sus personajes, a esta altura ya llevamos 5 críticas) seguirá enganchado en su espiral de ego y de conquistas. Solo, ya no tan efectivo, dilapidará con desdén una oportunidad que se le había presentado con la directora del colegio en el que trabaja hacia el final de la temporada anterior, pero no prosperará.
Helen verá partir a Vic finalmente, no se involucrará más que por condescendencia con Alma y su embarazo extraño, y se enamorará de un director de cine famoso, que está rodando el famoso libro de Noah.
Los hijos seguirán su camino, a los golpes, pero de manera libre y con tropiezos, y la vida los reafirmará en sus convicciones y viviendo definitivamente en la costa oeste.
Helen se las verá con la vejez de sus padres, las cuentas, la casa de los Hamptons y todo volverá a tener un equilibrio precario.
Las miradas, esa maravillosa experiencia de contar la historia desde dos ángulos, desde dos miradas distintas en cada capítulo partido a la mitad, serán quizá más distantes que nunca, más incongruentes, más reales.
Lo novedoso en esta temporada (que debería ser la última, por los buenos tiempos) es la aparición de una historia en el futuro. Es la historia de la hija de Cole y Allison, la que Noah crió en sus primeros dos años pensando que era de él.
Ella es una aparición interesante en lo narrativo, es un futuro (digamos 35 años) en el que las cosas están raras, más tecnológicas pero no tanto, más contaminadas pero no al límite. Bien planteado, la veremos (la interpretación es de Anna Paquin, aquella chiquita de The Piano) a Joannie interpelando su pasado, rompiendo con su presente y buscando la verdad sobre la muerte de su mamá.
Tiene giros interesantes esta temporada, está muy bien elaborada y pensada, debe exigir un plus de creatividad y tomar riesgos (como el viaje al futuro) para poder sostener la tensión y el interés.
Ahora bien, es necesario remarcar que es otra cosa. Que aquellos que gozamos con las temporadas 1 y 2 de la serie, con su originalidad y su romanticismo y su ritmo, nos sentimos un poco lejos de esta temporada, aunque los recursos son los mismos y el devenir de la vida de los personajes nos parezca lógico y seductor.
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