Sin identidad
Sin identidad
De trama compleja y muy trabajada, esta serie española sobrevuela un caso que conocemos, la apropiación de niños y la venta a matrimonios del poder. Le sobran varios capítulos pero es llevadera.
6 Butacas
Es una trama interesante y muy bien planteada. Conocemos a María (otro protagónico de Megan Montaner) escapándose de una cárcel en China. Se va con un pendrive que le abre una fortuna a su disposición y una identidad nueva. Vuelve a Madrid después de 12 años solo pensando en una cosa, vengarse de su familia.
Toda la historia girará alrededor de esa venganza.
Es rara, porque el objetivo son su tío, su madre, su hermana, su gente querida, pero iremos entendiendo qué papel jugó cada uno de ellos en su calvario, en su desaparición de tantos años y en su renacer.
La historia está planteada en dos momentos, que tienen que ver con sus dos temporadas, una de antecedentes, en las que veremos su propia historia ligada a una adopción extraña por parte de sus padres, él juez de la Corte Suprema y ella una ama de casa de familia poderosa, y todo lo que se desencadena con ese descubrimiento.
Pero a medida que avanza la trama, veremos que ese comienzo complejo es solo la punta del iceberg de un entramado familiar oscuro, con derivaciones insospechadas para ella.
Lo bueno es que hay malos y buenos. Los malos son muy malos, como debe ser, y los buenos pueden no ser tan buenos cuando el malo les ronda.
Desde ese punto de vista es interesante, ya que nunca hacemos pie en cuanto a lo que pensamos de cada uno de ellos.
María volverá, y la venganza será trabajosa, habrá más pérdidas en el camino y muchas traiciones, y nunca nada durará en el tiempo.
Tiene dos puntos altos, el guión y algunas actuaciones.
El punto flojo es la duración. Son dos temporadas largas, y al estilo de las series españolas, con capítulos de una hora y quince.
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