Departamento Q
Hace unos años, 12 para ser exacto, cuando las series nórdicas obnubilaban a Bandini, y por ende sus comentarios en el Blog Butaca al Centro, una serie policial rankeaba muy bien en sus preferencias, se llamaba igual que esta, británica, que estrenó Netflix para su plataforma, y ese traslado de idioma y geografía le jugó bien.
7 Butacas
Así como pasó también con el Wallander que compuso hace años Kenneth Branagh, cambiar de geografía a los personajes requiere sintonía fina, y en este caso, como en aquel, lo consiguen.
No estamos en los fríos de Dinamarca, pero estamos en los cielos grises y destemplados de Escocia, y el resto de la atmósfera está muy bien logrado.
El detective Carl Morck es insoportable, a sus buenas habilidades como detective, se le suman una altanería y un mal genio insoportables, nadie quiere trabajar con él, salvo alguno que lo sabe llevar. Claro, la contrapartida es que generalmente le va bien resolviendo casos, viendo cosas adonde nadie ve, y por lo tanto, al lado de Morck se aprende.
En la primera escena lo vemos con su compañero llegando a una escena del crimen, y allí serán emboscados. El resultado, un policía muerto, una bala que atraviesa la columna de su compañero y lo deja en una cama y la misma bala que le atraviesa el cuello, no lo mata, pero va a ser la primera vez que vea tan de cerca que no es tan infalible como pensaba.
La policía escocesa está mal de reputación, entonces deciden crear un departamento especial para revisar casos que no fueron resueltos. Un Cold Case, un recurso ya visitado por varias ficciones, que en este caso se complementa con el especial temple del protagonista.
Hay recursos (que su jefa le va a retacear) y hay expectativas de los jefes, que en realidad nadie cree que ese esfuerzo sirva para algo, pero lo llevan adelante por las relaciones públicas del departamento.
Completa su equipo de manera desprolija, como es Morck, con una policía del departamento que se está reponiendo de una temporada de cuidados psicológicos porque atropelló a alguien en una persecución y un técnico Sirio, que está buscando trabajo y resulta ser un policía astuto, sensato y con habilidades insospechadas.
Hay en la serie una mezcla constante entre las tensiones del caso que deciden reinvestigar (de una gran cantidad de cajas con casos viejos) la personalidad desbordante del protagonista, sus ayudante, y el lugar que les asignaron, un sótano atiborrado de cosas que fue en otros tiempos un vestuario y baños del personal.
La trama policial, van a buscar a una fiscal que fue dada por muerta hace 4 años pero nunca su cuerpo fue encontrado, está bien, aunque nos ponen demasiados datos y cuestiones a tener en cuenta, que requieren de mucha atención por nuestra parte.
Lo que está muy bien es haberle confiado este papel a Matthew Goodie, un actor con un rostro perfecto para hacer de personajes elegantes y patricios, que aquí se pone en la piel de un policía controvertido, inteligente y desaliñado.
Hay un rol interesante de una actriz que hace rato que no veía, la galesa Kelly Macdonald, que interpreta a la psicóloga que tiene que ayudar al protagonista, y hay buenos secundarios.
Una buena base para varias temporadas, la fórmula está bien, los personajes están bien, ahora solo deberían elegir casos interesantes para que todo el mecanismo se ponga en funcionamiento.
Comentarios
Publicar un comentario