Love

Love (de Gaspar Noé)


Controvertido siempre, Noé juega siempre a los flejes, tomando riesgos. A veces demasiado innecesarios para decir lo que quiere decir de manera directa, como un golpe en la cara.



4 Butacas




Love se cuenta entre las películas menos viscerales, menos violentas de Noé, aunque no ahorra en los trucos narrativos que lo definen tan bien, la película está plagada de buenas tomas, de ambientes claustrofóbicos, de colores cargados, de silencios incómodos y de primeros planos de genitales.

Su cine se hace por momentos bello y por momentos inclasificable.

Cuenta las historias con una aparente desprolijidad de ensamble, hace que espectador tenga que hacer un esfuerzo de concentración para adivinar si está en un flashback o si está en el presente o el futuro, pero todo eso lo soportaríamos si no abusara tanto de las imágenes que solo provocan.

Esta es una historia sencilla, un estudiante de cine norteamericano, vive en París mientras estudia, y está en una relación con Electra, una francesa con la que descubre todo, el amor, la risa, la creatividad, la inspiración, y la experimentación en el sexo y las drogas.

Es tan fuerte lo que los une, tan profundo, que a veces parecen estar fundidos en una sola personalidad.

Para darle un giro a su relación, a sus fantasías, un día invitan a una vecina (joven, rubia, dinamarquesa) a sumarse a un encuentro sexual.

Los dos lo querían, lo anhelaban, y estaban seguros que iba a agregarle juego y pasión a su relación.

Lo logran de una manera tierna y potente.

Tanto, que él no se resistirá a volver a tener relaciones por afuera de ese trío.

Y producto de esos encuentros, la joven vecina, invitada a la pareja, queda embarazada.

Todo se complica con Electra, que desaparece de la peor manera de la vida del joven estudiante.

Toda la película es una reflexión sobre ese momento, la paternidad no deseada, el casamiento, el tedio, y el amor incondicional a una pareja que ya decidió alejarse.

Podríamos decir que es una historia de amores modernos, de parejas que experimentan.

Pero al sumarle todo el contenido explícito de los encuentros sexuales, los climas, los planos cortos, la película se pone en un límite extraño, que por momentos nos hace desviarnos de seguir una trama, una historia, que contada de otra manera, sin esas provocaciones, nos tendría más atentos a ese desarrollo.

Pero así es el cine de Noé. Explícito, provocador, violento a veces (nunca vi escenas tan violentas como en Irreversible, por ejemplo) e inclasificable.

Con esas credenciales, este director argentino que filma y vive en Francia, no siempre sale bien parado en las críticas y en los festivales (a los que es asiduo concurrente).

Tiene un estilo estético impecable, y sabe cómo contar, las ideas centrales de sus creaciones son siempre interesantes, pero recurre a golpes bajos, a provocaciones, que distraen.

Comentarios

Entradas populares