7500
7500
Una película de cámara. Corta, potente, estremecedora.
De cámara porque dura más de una hora y media, porque transcurre en un solo espacio (la cabina del avión) porque son pocos personajes y porque está contada con un ahorro de recursos muy potente.
Un avión a punto de despegar, dos pilotos que se preparan para esa maniobra, las cosas que no vemos desde nuestro asiento.
Todo es precisión, todo es lenguaje técnico, mezclado con toques de las cosas personales del comandante y su primero oficial. Lo que vemos es esa intimidad, esa complicidad tecnológica que mezcla la vida cotidiana con la sabiduría de los que se sientan a que esa mole despegue y nos lleve a destino.
Adivinamos una relación entre el primer oficial y una azafata, vemos lo que ellos ven desde su cabina inviolable, una pantalla que les muestra el pasillo en el que se preparan las cosas para la comida, los anuncios de las azafatas, pura normalidad.
Al despegar, algo se revoluciona, pero vemos indicios en esa pantalla gris que muestra poco. Escuchamos unos gritos sordos (el recurso de los sonidos es un factor determinante en el desarrollo de la historia) y en un par de segundos el avión está siendo secuestrado.
Lo que sigue es todo tensión, uno de los secuestradores que logra ingresar a la cabina, las luchas en el espacio reducido, los gritos, las decisiones ante la emergencia que debe tomar ese joven copiloto y los acontecimientos que se desarrollan en tiempo real.
Tensión permanente, angustia, y pocas pistas al no recurrir a elementos afuera de la cabina. Nos hace adivinar historias con los ruidos, la reacción de los pasajeros y hasta la violencia increíble contra la puerta de esa cabina.
Está bien contada, es efectiva, descansa el peso dramático en la actuación de Joseph Gordon-Levitt que encarna al joven copiloto, y tiene momentos de gran cine confinado, que es una categoría difícil de lograr.
Hacia el final, la relación que desarrollarán el más joven de los secuestradores y el protagonista es muy interesante de la manera que está contada.
Es buen entretenimiento
Una película de cámara. Corta, potente, estremecedora.
6 Butacas
De cámara porque dura más de una hora y media, porque transcurre en un solo espacio (la cabina del avión) porque son pocos personajes y porque está contada con un ahorro de recursos muy potente.
Un avión a punto de despegar, dos pilotos que se preparan para esa maniobra, las cosas que no vemos desde nuestro asiento.
Todo es precisión, todo es lenguaje técnico, mezclado con toques de las cosas personales del comandante y su primero oficial. Lo que vemos es esa intimidad, esa complicidad tecnológica que mezcla la vida cotidiana con la sabiduría de los que se sientan a que esa mole despegue y nos lleve a destino.
Adivinamos una relación entre el primer oficial y una azafata, vemos lo que ellos ven desde su cabina inviolable, una pantalla que les muestra el pasillo en el que se preparan las cosas para la comida, los anuncios de las azafatas, pura normalidad.
Al despegar, algo se revoluciona, pero vemos indicios en esa pantalla gris que muestra poco. Escuchamos unos gritos sordos (el recurso de los sonidos es un factor determinante en el desarrollo de la historia) y en un par de segundos el avión está siendo secuestrado.
Lo que sigue es todo tensión, uno de los secuestradores que logra ingresar a la cabina, las luchas en el espacio reducido, los gritos, las decisiones ante la emergencia que debe tomar ese joven copiloto y los acontecimientos que se desarrollan en tiempo real.
Tensión permanente, angustia, y pocas pistas al no recurrir a elementos afuera de la cabina. Nos hace adivinar historias con los ruidos, la reacción de los pasajeros y hasta la violencia increíble contra la puerta de esa cabina.
Está bien contada, es efectiva, descansa el peso dramático en la actuación de Joseph Gordon-Levitt que encarna al joven copiloto, y tiene momentos de gran cine confinado, que es una categoría difícil de lograr.
Hacia el final, la relación que desarrollarán el más joven de los secuestradores y el protagonista es muy interesante de la manera que está contada.
Es buen entretenimiento
Comentarios
Publicar un comentario