La red avispa
La red avispa
Cuando visité Cuba (para los 50 años de la revolución) la foto de los 5 presos cubanos más famosos (en los Estados Unidos) estaba por todos lados. Esa historia, la de estos 5 y otros, es abordada en la película.
4 Butacas
Con altibajos, con mucho estereotipo y actuaciones muy desparejas, la historia basada en un libro y en una historia real, se mete con esa red de espionaje que el gobierno de los Castro activa, para meterse en la organización de disidentes con base en Miami que se dedicaba a socavar con actos de terrorismo, lo único que le quedaba a la isla en días de bloqueo feroz, el turismo.
Esos infiltrados, debían avisar que se preparaban ataques sorpresa contra hoteles, contra las playas, con suelta de panfletos y hasta ráfagas de ametralladora para auyentar turistas.
La película intenta contar algo de las vidas de varios de ellos, cómo al tratarse de actividades secretas deben dejar todo, sus familias, sus trabajos, sus amigos, para lograr que esa farsa sea lo más creíble posible.
El tema es que hay tanto que contar, que las historias que se eligen tienen que dar muchas cosas por supuestas, y se complica porque la historia va a los saltos.
Hay un elenco estelar de hispanoparlantes, algunos exagerados en sus modismos cubanos, otros que hablan para adentro como el inexpresivo pero muy demandado Edgar Ramírez, o nuestro compatriota Leonardo Sbaraglia.
La película resulta confusa, la trama se cuenta de a saltos, y es bastante difícil lograr un relato coherente.
Lo mejor, Penélope Cruz, no porque haga uno de esos papeles sensuales, complejos, que tan bien le salen, sino por la increíble adaptación a los modos y el tono cubano que logra.
De todos, por lejos, es la que más en serio se toma el desafío, y compone a un personaje rico en matices, con una dicción cubana perfecta, y una presencia en pantalla que salva muchas veces las escenas. Es una gran actriz, que además, es atractiva.
No hay mucho para agregar, la historia la conocemos, son los últimos resabios de la guerra fría, encarcelados por el FBI purgando largas condenas en cárceles americanas. Distintos momentos políticos, intercambios de presos y favores los fueron liberando y reciben el tratamiento de héroes de la Revolución.
Pero la película deja mucho que desear.
Cuando visité Cuba (para los 50 años de la revolución) la foto de los 5 presos cubanos más famosos (en los Estados Unidos) estaba por todos lados. Esa historia, la de estos 5 y otros, es abordada en la película.
Con altibajos, con mucho estereotipo y actuaciones muy desparejas, la historia basada en un libro y en una historia real, se mete con esa red de espionaje que el gobierno de los Castro activa, para meterse en la organización de disidentes con base en Miami que se dedicaba a socavar con actos de terrorismo, lo único que le quedaba a la isla en días de bloqueo feroz, el turismo.
Esos infiltrados, debían avisar que se preparaban ataques sorpresa contra hoteles, contra las playas, con suelta de panfletos y hasta ráfagas de ametralladora para auyentar turistas.
La película intenta contar algo de las vidas de varios de ellos, cómo al tratarse de actividades secretas deben dejar todo, sus familias, sus trabajos, sus amigos, para lograr que esa farsa sea lo más creíble posible.
El tema es que hay tanto que contar, que las historias que se eligen tienen que dar muchas cosas por supuestas, y se complica porque la historia va a los saltos.
Hay un elenco estelar de hispanoparlantes, algunos exagerados en sus modismos cubanos, otros que hablan para adentro como el inexpresivo pero muy demandado Edgar Ramírez, o nuestro compatriota Leonardo Sbaraglia.
La película resulta confusa, la trama se cuenta de a saltos, y es bastante difícil lograr un relato coherente.
Lo mejor, Penélope Cruz, no porque haga uno de esos papeles sensuales, complejos, que tan bien le salen, sino por la increíble adaptación a los modos y el tono cubano que logra.
De todos, por lejos, es la que más en serio se toma el desafío, y compone a un personaje rico en matices, con una dicción cubana perfecta, y una presencia en pantalla que salva muchas veces las escenas. Es una gran actriz, que además, es atractiva.
No hay mucho para agregar, la historia la conocemos, son los últimos resabios de la guerra fría, encarcelados por el FBI purgando largas condenas en cárceles americanas. Distintos momentos políticos, intercambios de presos y favores los fueron liberando y reciben el tratamiento de héroes de la Revolución.
Pero la película deja mucho que desear.
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