Hitman's wife's bodyguard

Hitman's wife's bodyguard

De esas películas difíciles de clasificar, ¿comedia explosiva? Una mezcla de géneros en la que el condimento especial es la comedia y la ejecución de esa comedia en manos de grandes actores.


6 Butacas



No hay que buscarle mucho más, es diversión pura.

Es una de espías, con despliegue de viajes, de escenarios increíbles, de persecuciones de tiros, de explosiones en medio de ciudades, y también es una comedia inteligente con un guión hilarante y preciso y con personajes de complejidad y a la vez extraordinaria potencia.

Ryan Reynolds es un guardaespaldas muy afamado, es por varios años ganador del Oscar de los guardaespaldas (la película arranca con esa ceremonia tan bizarra) y pierde el estatus de AAA cuando tiene un par de eventos desafortunados relacionados con su némesis, el sicario que compone Samuel L. Jackson, que no solo liquida a un magnate japonés que debía cuidar, sino que como castigo él mismo debe escoltarlo al tribunal de La Haya en el que lo juzgarán.

Esa pareja central es hilarante, son ambos dos comediantes completos que manejan el humor físico como el gestual, y son la clave para el entretenimiento asegurado.

Salma Hayek será la esposa de Jackson, que es brutal y asesina como él, y está dispuesta a hacer todo lo que esté a su alcance para defender a su marido y para embarazarse. Es divertida, despiadada con las armas y está todo el tiempo en clave de humor, jugando con el idioma español y con un guión que la lleva a putear todo el tiempo, haciendo de sus intervenciones una explosión en la pantalla.

Antonio Banderas (con jopo canoso y dudoso gusto para vestirse) es el millonario griego (Aristóteles Onasis?) que será el enemigo del mundo a vencer (no hay película de espías, aunque sea comedia, que pueda prescindir del enemigo que quiere destruir el mundo) y lo hace con la soltura y la tomada de pelo que su aparición merece.

Un punto alto de la película es la vieja química entre Hayek y Banderas, esa que Robert Rodríguez captó en Desperado hace muchos años y que es una alegría volver a ver. Hay guiños entre ellos todo el tiempo.

Pero hay otros puntos años, uno es Reynolds, que es capaz de un registro de comedia que lo pone en ese podio en el que podemos encontrar a Ben Stiller, Will Ferrell o Adam Sandler. O verlo a Samuel Jackson en una composición tan hilarante, siendo que es un actor que podemos ver sin ninguna dificultad en un papel diametralmente opuesto con la misma soltura.

Como yapa, Morgan Freeman, que compone al padre (la escena del encuentro entre padre Freeman e hijo Reynolds es muy divertida) leyenda de los guardaespaldas, que se presenta como un viejo sabio y bondadoso y se convierte en un despiadado contra su propio hijo.

Esas escenas en casa del padre, son todas buenas y valen buena parte de la película.

En definitiva, balas, buen guión, excelentes actores que saben de comedia, mucho dinero en producción, lo que asegura tiros, bellos paisajes naturales y balas por todos lados, en definitiva, gran entretenimiento, que es lo que le pedimos a la pantalla.


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