Kiri

Kiri

Destemplado y complejo drama británico, que mezcla un caso policial con un el sistema de adopciones y sus caminos no siempre lineales.

7 Butacas

Una actriz muy potente, Sarah Lancashire, a quien admiramos hace unos años por su protagónico en Happy Valley (que está por estrenar la tercera temporada) vuelve a ofrecer un personaje incómodo, una trabajadora social muy activa, muy de principios, que trabaja temas complejos de niñez, marginalidad y adopciones.

La acción se sitúa en un barrio marginal de una ciudad no tan grande, en el que de alguna manera los roles principales de esa sociedad están ocupados por gente de confianza, que todo el mundo conoce y de alguna manera respalda.

Miriam es una asistente social que se preocupa mucho por sus casos, por esos casos límite de los cuales se ocupa con dedicación y mucho amor, tiene un perro viejo, vive sola, y su mundo se hace de esas relaciones vinculadas a las historias de la gente a la que ayuda.

Una mañana lleva a una niña afroinglesa de su casa de acogida, padres blancos y miembros de esa sociedad que están a punto de tener su custodia definitiva, la lleva a visitar la casa de sus abuelos biológicos, los paternos, para que se sienta contenida en ese proceso.

El padre biológico es un joven con problemas de marginalidad, que viene de pasar una temporada en la cárcel. Claro, los padres adoptivos no quieren que lo vea, pero los abuelos preparan un encuentro en su casa a escondidas de Miriam.

Todo saldrá mal, el encuentro se produce, pero también la desaparición del padre y la niña, y se pondrá peor cuando a las horas aparece en un parque el cuerpo sin vida de la chiquita.

Así es el arranque de esta serie corta estrenada en 2018, fuerte y dramático.

A partir de ahí vamos a ver tres historias en paralelo muy bien llevadas pero angustiantes, la historia de Miriam y sus convicciones frente a una organización que le quita respaldo por haber llevado a esa nena sin supervisión a la casa de sus abuelos paternos, mezclado esto con un tema muy potente de racismo y discriminación.

La historia policial con la investigación al padre, sospechoso principal de ese asesinato, la relación con su familia, y su relato de los sucesos.

Y la historia de la familia que estaba a punto de adoptar a esa niña, que no es tan transparente y tan idílica como se la muestra al comienzo de la serie, y que resulta se muy compleja.

El final de estos caminos que se cruzan es muy polémico, muy complicado, muy triste.

Porque las cosas no saldrán bien, porque el predominio de esta familia de la comunidad logra que las cosas se tuerzan y nos vamos a quedar con un sabor amargo al terminarla.

Y de lo incómoda, queremos que termine.