The tourist
The tourist
La aridez de la pampa australiana y su gente son el marco ideal para esta historia que hay que desentrañar paso a paso, sin apurarse, porque los detalles cuentan.
7 Butacas
Y hay que decirlo, hay un aire a Fargo (la película y la maravillosa serie que se desprende de ese formato) porque hay asesinos brutales, hay gente buena en situaciones difíciles, y hay una policía de provincia (y en este caso, de tránsito) que siguen adelante a pesar de todo, para buscar algo de justicia allí donde parece que la apatía condena más que los jueces.
Un joven va en auto por una ruta polvorienta, para en una estación de serivicio más sucia aún que el camino, compra algo, va al baño y cuando sale se topa con un enorme camión que lo persigue sin descanso como para aplastarlo.
Son Jamie Dornan, el carilindo actor británico que saltó a la fama por la saga de las sombras de Grey y el enorme Ólafur Darri Ólafsson, a quién disfrutamos hace unos años en Trapped.
Al final lo embiste, no sabemos por qué lo sigue, no sabemos nada, salvo que quiere matarlo.
De ese choque feroz, Dornan se despertará habiendo perdido la memoria de manera total, una especie de black out de su vida reciente y pasada que lo pone indefenso en un lugar extraño sin nada que lo vincule con nada.
Una policía, Danielle Macdonald, una actirz australiana a quién tenemos vista en varias películas con su personaje naif y tierno a la vez, será quién se conmueva con esta historia y se decida a no dejarlo solo, a ayudarlo a recuperar su pasado y a salir del presente complejo que se le plantea.
Porque no hay que olvidar que alguien intentó asesinarlo, y el no tiene idea de por qué.
La serie entonces plantea un continuo trabajo de minuciosa reconstrucción de ese pasao a partir de señales, de personajes que se irán acercando, de situaciones que lo ponen al protagonista en momentos de recuerdo forzado.
Los personajes secundarios, que lo ayudan ocasionalmente, lo confunden o vienen de ese pasado a cobrarse cosas, están muy acordes a los personajes de Fargo, son bizarros en algunos casos, malos de toda maldad en otros y buenísimos en otros casos, conformando un cuadro de extremos como para que no nos distraigamos con dobles mensajes o perdamos tiempo decodificando señales.
Con la guía entonces de esta mujer policía, en medio de la nada misma, y con gente que lo busca para eliminarlo, vamos a ir descubriendo en pequeñas dosis qué es lo que trae en su historia, quiénes son sus enemigos, a quién traicionó o quién lo traicionó a él, como para que ahora lo busquen para eliminarlo.
Tampoco sabemos si es bueno o malo, de qué lado está en términos morales, se estaba escapando de algo? Perseguía él a alguien?
Un relato muy bien trabajado desde la edición y desde el guión, que va dando pistas pero que hasta el final de los 6 capítulos no muestra mucho y que recién hacia el final podremos completar el rompecabezas que plantea.
También trabaja muy bien la relación de la pareja principal, con sus temas a cuestas, que resuelve también de manera dulce y virtuosa.
Se viene una segunda temporada, no parecería tener que ver con la primera, porque de alguna manera los personajes (sobre todo los secundarios) tienen un final en la primera, pero si puede explotar la química entre los personajes centrales, la pareja del desmemoriado y la policía de tránsito, ya que, de alguna manera en ambos operaron cambios importantes en sus vidas a partir de lo que les tocó vivir juntos.
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