A spy among friends

A spy among friends

Una apasionante historia basada en hechos reales, los dobles agentes en la guerra fría y cuando se mezcla todo con la amistad.


6 Butacas



Es 1963 en Inglaterra  y la guerra fría lo domina todo. El clima es siempre húmedo, frío, sin sol. Como si en essa guerra en la que todo es disimulado y falso, en la que gana quién más desinformación planta en la cabeza del enemigo, fuera siempre invierno, y los rusos lo dominaran todo.

Nicholas Elliott (Damián Lewis, Axe) trabaja para el MI6 como oficial de inteligencia, y se va a sentir descorazonado cuando se entera de que su mejor amigo y colega Kim Philby (Guy Pearce) ha estado trabajando en secreto como agente doble para la KGB y ha desertado para la Unión Soviética. 

Así de contundente arranca esta serie de 6 capítulos largos, que está basada en un libro muy vendido por New York Times escrito por Ben Macintyre.

La complejidad es interesante, porque plantea el caso de varios agentes que durante la segunda guerra mundial fueron espías para los soviéticos, que eran aliados de Iglaterra, y lo siguieron siendo años después cuando se convirtieron en enemigos.

Y se pone más interesante cuando lo que vamos a presenciar es una historia de amistad, rodeada y condicionada por esa guerra fría.

El MI6 se entera y Elliot será el encargado de verse con su amigo para que se arrepienta, para ofrecerle una salida a cambio de nombres y detalles de lo que estuvo haciendo en los últimos años, cosa que no sucedera.

Philby se irá a Moscú a empezar una nueva vida como héroe soviético, no sin adversidades, y a encontrarse con otros camaradas que espiaron para los rusos desde adentro del aparato británico.

Lo interesante de la historia, además de que está basada en hecho reales, es que está contada a partir de sugerencias, de medias palabras, de desafíos mentales y persecusiones, de gente que miente y hay que decodificar, de entrevistas y grabaciones y flashbacks permanentes que nos tienen atentos todo el tiempo, para poder seguir la trama.

Estas historias sobre espías son siempre atractivas, quizá en esta lo que no ayuda es que el texto es muy denso, y las situaciones son bastante estáticas, con lo que no nos da respiro narrativo.

La pareja protagónica es excelente, tanto Damian Lewis (es lo primero que hace después de Billions) como Guy Pierce, están todo el tiempo en el líimite de la sutileza, el cariño de la amistad y los objetivos políticos y lealtades.

Cuando vemos a los verdaderos protagonistas de esta historia en las fotos finales, nos ayuda a comprender la dimensión de lo que debe haber significado hacer esos trabajos en esos días.

Y también pensar en lo absurdo y lo poco efectivo de esas guerras silenciosas que dividieron al mundo durante tantos años.


Comentarios

Entradas populares