Platonic

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Seth Rogen y Rose Byrne se revelaron como una buena pareja de comedia, complementarios y cada uno con una personalidad definida. Lo hicieron bien en las dos entregas de Buenos Vecinos, pero este traslado a un formato más largo no es tan virtuoso.

5 Butacas

Son buenos, Rogen y Byrne, tienen química entre ellos y pueden hacer comedia moderna (es extraño que ella no trabaje más, quizá porque no viene de Saturday night live) y se pueden dedicar a la viejísima pregunta tantas veces explorada, pueden ser amigos un hombre y una mujer?

Ella es una abogada que decidió dejar de trabajar para criar a sus hijos, el tiene un bar hipster (es el maestro cervecero) y se acaba de divorciar.

En la adolescencia fueron mejores amigos, de verdad, muy unidos y sin beneficios como dejan bien en claro al comienzo, al volverse a encontrar hay algo de magia, es muy creíble eso, es como si el tiempo (y todo lo que les pasó en la vida) no hubiera existido y vuelven a poco que comparten algunos momentos solos, a vibrar en el mismo tono que lo hacían cuando eran jóvenes, a reírse de las mismas cosas y a hacer las mismas cosas.

La comedia se las arregla para plantearnos entonces que esta nueva versión de ellos, no encaja en ningún lado, el marido de ella celará porque no termina de entender el vínculo (si bien lo conoce) y el mundo de él se ve totalmente trastocado por su divorcio, por el repentino amor que nace con una relación con una chica mucho más joven que el y con los problemas de adultos, la relación con sus socios en la cervercería.

Irán entonces por ese tiempo los dos juntos solucionándose la vida, ayudándose de nuevo, riendo como antes y estando muy presentes el uno para el otro nuevamente.

Como amigos se enojarán para volver a conectar enseguida, buscarán tiempo (que no tienen) para hacer cosas juntos y se aconsejarán.

Está bien la historia, tiene gags que en Rogen son muy apreciados, todo lo que pasa con los monopatines de alquiler en la calle es desopilante, pero se le pide  demasiado a esa química surgida en las películas que hicieron hace ya como 10 años.

También a los estereotipos de los personajes, Rogen puede hacer otros registros, ya lo vimos (The Fabelmans, por ejemplo), pero acá se abusa del costado botarate que tanto trabajó.

Quizá le sobran 4 capítulos de los 10 que propone.