The missing

The missing

Otra maravilla de BBC One. Pocas veces una serie ofrece tanto. Ritmo, actuaciones, historias, complejidad y sorpresa.


10 Butacas


No pueden dejar de verla. 

Un matrimonio sale de vacaciones en auto. Van desde el Reino Unido a pasar unos días a Francia. Van con su hijo de 5 años en un idilio de felicidad y de expectativas.

Un inconveniente con el auto en la ruta los hace parar en las cercanías de un pueblo para buscar un mecánico.

Las noticias no son buenas, tienen que pasar allí la noche ya que no pueden arreglarlo rápido.

Van un hotel, se instalan como una aventura. El padre y el hijo se van a nadar a una pileta enorme que quedaba a unas cuadras. Son los días en los que Francia está jugando su mundial de fútbol, 2006.

Al salir de la pileta ya casi de noche, en un descuido entre tanta gente en el buffete, el chico desaparece de la vista del padre.

A partir de ese momento fatídico, se desata una historia que nos tendrá en vilo por 8 capítulos.

Una historia de desesperación, de obstinación del padre, de gente que ayuda, de gente que desconfía, de amor y de solidaridad.

Se quedarán en ese hotel por muchos días. Serán famosos, sufrirán el acoso de la prensa, se pondrán más juntos que nunca y más lejos cada día.

Un famoso detective viene de París para ayudar, ya ha resuelto casos como este, Julien Baptiste (un impecable Tchéky Karyo) y se compenetrará tanto con el caso, que será el soporte para ese padre y esa madre aún después del paso del tiempo, cuando ya está jubilado y vuelve para ayudar.

La serie tiene un recurso sensacional que es el manejo de los tiempos narrativos, nos llevará del 2006, al 2009 y a la actualidad para ir contándonos cómo evolucionaron ellos y la causa, las nuevas pistas que irán descubriendo a lo largo de los años, los nuevos indicios que hay que desarrollar, investigar e interpretar a la luz del paso del tiempo.

Brillantemente actuada, sin recurrir a golpes de efecto, con un guión impecable que va mucho más allá del caso policial y nos permite ir viendo cómo los personajes sufren, se ilusionan y desencantan, y un guión muy pero muy sólido.

Todo está bien.

Hacia los capítulos finales, cuando tememos que usen esos recursos que a veces suelen usar los realizadores cuando la resolución del caso no está a la altura de su desarrollo, es decir, apelar a cosas que no se habían visto durante el desarrollo de la trama, personajes introducidos a la fuerza o cosas así, no ocurre en The missing, y es una felicidad extra.

El final de la historia es tan lógico, que nos preguntamos cómo no lo vimos, cómo no sospechamos que la cosa iba por ahí, cuántos indicios tuvimos en el camino.

Impecable esta serie, obligatoria.

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