Argentina 2001
Argentina 2001
Leí y disfruté el libro "El palacio y la calles" de Miguel Bonasso, que supuestamente es la base para esta miniserie de 6 capítulos que acaba de presentar Star+, una especie de docu ficción poco lucida.
El libro hace equilibrio en esa historia de los días más complejos de la historia reciente en el País, balanceándose todo el tiempo entre las miserias del sistema político que no percibía la gravedad de lo que estaba pasando, encerrado en su tosudez y en las chicanas entre partidos y dirigentes, y lo que pasaba en la calle, en las familias angustiadas por la situación económica que estaba a punto de explotar.
Pero hay poco de eso en esta ficción, o meor dicho, hay una insinuación contando una historia particular producto de la represión en la Plaza de Maho, pero que se diluye contra la exposición de miserias del Palacio, es decir, del sistema político.
Los hechos los conocemos, los vivimos algunos de los que escuchan este podcast, y recordamos seguro con un sentimiento de mucha angustia esos momentos, cada paso que se daba, cada protesta en la calles que no se sabía cómo iba a terminar, cada episodio de violencia, cada saqueo televisado.
Y leímos mucho, y sospechamos otro tanto.
Lo que intenta contarnos esta serie es la trastienda de esos momentos desde la política, en el centro de las decisiones.
Y para eso recurre a caricaturas.
A composiciones de personajes (los políticos) llenos de lugares comunes, guiones poco inteligentes y sobreactuaciones en algunos casos.
Hay en medio de ese mar de caricaturas un par de trabajos excelentes, el de Jean Pierre Noher interpretando a Fernando de la Rúa, o el de Luis Luque haciendo de Christian Colombo, el jefe de gabinete de ese gobierno fallido.
Quizá también la buena interpretación que logra Luis Machi de Doingo Cavallo.
Pero el resto es una serie de máscaras, de pelucas, de rasgos marcados y de exageraciones que deslucen el resultado final. Lagunas caricaturas (Duhalde muy Joe Pesci por ejemplo) nos hacen reír en algunos pasajes dramáticos.
El guión tampoco es bueno, es muy obvio, es trillado, ponen en palabras de los protagonistas líneas que no hacen otra cosa que explicarnos lo que está pasando, como si nos hiciera falta esa ayuda, no ayuda para nada.
No es atractivo ni el desarrollo de los personajes, tampoco la inclusión de dos "operadores" jóvenes uno de la Alianza y el otro del Peronismo, interepretados por Cremonesi y Furtado, que si bien pueden moverse con la libertad de no tener que interpretar a personajes reales, también se estereotipan en medio del relato pobre.
Hay poco de thriller político, hay poco de historia ficcionada, hay poca tensión, salvo por algunos momentos que no son los del Palacio, sino los de la calle que están muy bien logrados.
Tiene que recurrir todo el tiempo a imágenes reales de la época, que está bien como recurso, sobre todo en los pasajes que lo tienen a De la Rúa/Noher como protagonista, pero que son algo innecesarios en otros momentos, es como si quisieran remarcar todo el tiempo, miren que lo que estamos contando es esto.
En este espacio siempre estamos del lado de los que se animan a contar la historia, la reciente, la más antigua, repasando y en algunos casos revisando esos hechos a la luz de nuevos testimonios, o de ponerse en los zapatos de uno o del otro.
Pero hay que hacerlo bien, con la calidad que requiere.
También da que pensar la conveniencia de estrenar ahora, en pleno proceso de votación y con un estado de cosas que trae algún recuerdo feo de esos días.
Al final, a manera de presentación, muestran un avance del próximo opus, que lo tiene a Galtieri de espaldas recibiendo la noticia de un golpe palaciego.
Los segundos que dura esa escena que mostraron son suficientes para sacarnos las ganas de verla, todo el tiempo el ruido de fondo de los hielos chocando en un vaso de whisky, un Galtieri de espaldas, que cuando se levanta de su sillón es petiso y gordo, con un diálogo malo y poco creíble.
Comentarios
Publicar un comentario