Doble discurso

Doble discurso

Oportuno estreno en tiempos electorales, que repasa y escenifica una cantidad de lugares comunes como pocas veces se ponen todas juntas en una historia, que asume como verdaderas algunas fantasías populares y las exagera sin pensarlas siquiera, algo parecido a lo que sucede con la segunda temporada de El Reino, con el mismo protagonista.


4 Butacas



Acá Diego Peretti (que es mejor actor que este que vemos hace un tiempo componiendo caricaturas despeinadas) compone a El Griego, un estratega de campaña política, un mago de la persuación (no de la mentira, se encarga de aclarar) que vive una vida retirada de ese mundo que según el lo repugna, enfocado en otras cosas, su hijo, el violín (no entiendo por qué ese instrumento, que además da muy mal en la historia y la personalidad del personaje) y la filatelia (así de rebuscado).

Pero el País está en campaña y lo tientan para que vuelva, hay un candidato, Rafael Prat que hace Rafael Ferro que es intereante como personaje, deportista, campeón olímpico de Hóckey, pero que no tiene carisma ni inteligencia.

Ahí entraría el Griego, si es que acepta, nunca perdió una elección dice.

Bueno, irá trabajar con ellos y desplegará su excentricidad y sus estrategias (muy trillado todo).

Este es un género muy interesante, sobre todo cuando está bien hecho el guión, para ver cómo se construye un candidato, con qué despliegue y recursos, con qué estrategias, y con qué conceptos.

Hace poco vimos una buena muestra del género con Irresistible, una muy buena película con Steve Carrell como protagonista.

Ahí vimos una historia de manipulador manipulado, con una construcción de guión realmente intersante, sin caer en lugares comunes, con final al estilo Nueve Reinas.

Pero en Doble discurso no pasa, aunque en los minutos finales si se recurre a eso de decirnos que no todo era como parecía y que el Griego en realidad sabía de entrada lo que iba a hacer.

No encuentra tono la película, se desdibuja con cuestiones secundarias que no llevan a ninguna puerta, y con personajes que de tan estereotipados no terminamos de creernos.

Resular al final que todos se conocían de la facultad, el Griego era profesor, el personaje de Julieta Carinale (que siemrpe cumple) que ahora es la periodista de investigación que lo acosa al candidato, una alumna que había estado enamorada de su profesor y el personaje oscuro detrás del candidato, que compone Jorge Suárez, también tenía viejas cuitas de esos días.

Todo nos enteramos en los 5 minutos finales.

Otro personaje que podría haberse explotado mejor es el que hacer Víctor Laplace, un empresario todo poderoso que todo lo maneja a su antojo, pone y saca candidatos como quiere (muy burdo como está contado, un texto exagerado hasta hacerlo poco creíble).

En definitiva, la película no encuentra el tono, los personajes están demasiado estereotipados y tienen textos poco atractivos, y lo que cuenta está tan influido por los mitos populares (sin haberlos trabajado un poco más) que resultan bizarros.

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