Escape at Dannemora

Escape at Dannemora

Un hecho real reciente, un guión que llega unas semanas después del escape de una prisión estatal en el estado de NY. Y un mecanismo que se pone a contar una historia sin adjetivaciones ni juicios morales, casi como narrando cinematográficamente un expediente. Grandes actuaciones y dirección perfecta.

8 Butacas



Un escape de una prisión estatal. Dos presos condenados a perpetua se fugan con una ayuda inocente e inesperada. Una historia de cárcel como las de antes, con una narrativa setentosa pero efectiva, que no busca ni golpes bajos ni sobreinterpretar nada.

Una pareja de clásicos gringos básicos trabaja en la prisión, él como mantenimiento y ella como instructora y jefa del taller de costura en el que los presos deben confeccionar la ropa de presos de varias cárceles federales.

Patrica Arquette es Tilly, la insatisfecha, extraña y egoísta protagonista involuntaria de esta historia increíble. 

Se enamora de uno de los presos, o eso parece, con quien mantendrá relaciones sexuales cortas, vertiginosas, en pausas del trabajo. El personaje que encarna Paul Dano (excelente) es el preso en cuestión. Más jóven, ambicioso, preso de por vida por matar a un policía de manera brutal.

Un incidente lo saca del taller y ese amor pasará a otro preso, un capanga del piso, un sobreviviente de todo, un personaje oscuro y extraño que compone con una refinamiento y una ironía poco habituales en la pantalla el talentoso Benicio del Toro.

Será él ahora el destinatario de esos favores. 

Será su personaje el que con su liderazgo y su manejo con los otros presos y los cuidadores, irá urdiendo un escape de ambos presos amantes.

Un cuidado trabajo, que incluye que el personaje de Tilly introduzca elementos para la fuga, un enamoramiento que traerá consecuencias, un plan que se va tejiendo con paciencia y que se irá ejecutando de manera parsimoniosa pero efectiva.

Pensar que todo está extraído sin mañas ni exageraciones del expediente de investigación nos hace tomar conciencia de cómo por pequeños detalles cotidianos se van relajando los controles hasta llegar a la fuga.

La dirección es de Ben Stiller, que si bien ya dirigió y bien varias películas, logra con esta serie de 7 capítulos, contar un caso real con maestría, con buenas imágenes, con una dirección de actores sobria y correcta, con una edición impecable y una banda de sonido muy eficaz.

La terna actoral es sin dudas uno de los grandes logros de esta producción. Arquette compone a una Tilly básica, despiadada, voraz y desorientada. 

Del Toro está ante uno de los mejores personajes de su carrera y Dano, a la altura de sus composiciones, siempre intensas.

Vale la pena meterse en el universo de esta serie.

Porque además tiene el buen tino de meterse en el tema carcelario sin la necesidad de mostrar golpes bajos, violencias innecesarias ni marginalidades más allá de lo que el guión pide.

Todo está bien, es equilibrado y de gran factura.

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