Fleabag

Fleabag

Acercarse a Fleabag es asomarse al mundo de Phoebe Waller-Bridge, su creadora y guionista, y es asomarse a un acantilado en el que lo revuelto está arriba.



9 Butacas


Nacida de un episodio de stand up, esta maravilla de acidez y jugadas al límite, tiene en su artífice un hallazgo de creatividad y osadía.

En Fleabag la creadora misma interpreta a una joven inglesa que maneja un café de barrio y que deambula en una espiral de autodestrucción y ruptura con sus lazos familiares, pero con ironía y situaciones de comedia.

Comedia al estilo británico, claro está, en ese tono de broma pesada que siempre vuela y nos hace mirar un poco de costado.

Su mejor amiga se ha suicidado, y hay una culpa recurrente en ella, y recién al final de la temporada entenderemos de qué se trata.

Su relación con la hermana, su cuñado, su padre y la pareja de su padre. El vínculo con el trabajo, con los novios circunstanciales, con el sexo, todo se pone a prueba en su vida, y es una tensión y un placer ver cómo se desarrolla la historia.

Ella tiene un imán en la sonrisa, y es capaz de meterse en los temas más complejos, desde la ironía, pero mostrando siempre que hay un costado complejo, que no puede y no sabe cómo manejar.

El tema es que la trama, si bien la tiene como protagonista excluyente, tiene tanta potencia, que hasta prescindimos por momentos de su protagonismo absoluto, y eso es porque el guión, la situación, es poderosa.

Es un hallazgo esta serie.

Que está en contra de muchas de nuestras buenas maneras, y nos lleva siempre al límite,
peo de una manera inteligente y con humor.

Phoebe Waller-Bridge es también la guionista de Killing Eve, que hemos desarrollado en Butaca, y que también hace centro en mujeres, mujeres que aman demasiado, que se sienten afuera de casi todo, y que están dispuestas a todo para lograr lo que quieren.

Fleabag es de alguna manera un retrato de una mujer así, pero débil, demasiado tocada por la pérdida reciente de su amiga, por las culpas, por lo no resuelto con su familia y por la gente con la que se rodea.

Pero la factura de los episodios, los personajes, el recurso de mirar cómplice a la cámara con comentarios, y esa sonrisa estupenda, hacen de esta serie algo especial.

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