Rocketman
Rocketman
Aprobó Elton, todos felices para contar los años locos de la vida del excéntrico pianista niño prodigio. Sus amores, sus pasiones, sus excesos en una fantasía musical un poco larga y desordenadas.
6 Butacas
No es un dato menor el verlo a EJ entre los productores, eso implica que hay algo de rigor, al menos en los trazos gruesos de la historia.
Una interpretación descomunal del bueno de Taron Egerton, a quién hemos enaltecido en otras críticas, que logra un equilibrio muy justo entre el personaje que compone y sus alzas y bajas emocionales, así como ponerle el cuerpo a los momentos musicales.
Contada a la manera de fantasía musical, tan característica de los años 70 (Sandro, Palito Ortega...) Rocketman nos cuenta la historia de arranque el fenómeno Elton John, una creación del pequeño Reggie, que irá creciendo y desarrollándose en medio de la historia familiar que lo contiene.
Siempre decimos que lo que presenta un desafío a la hora de contar una vida en la pantalla, es el rango de años que elegimos para contar el todo, en este caso está muy bien la elección, porque nos pone frente a esos primeros años de niño esmerado, su madre y padre, su abuela y el reconocimiento de los temas que serán los que marquen su vida de adulto.
Los primeros escenarios, la dupla creativa con Bernie, su amigo del alma, el despertar sexual, los productores, los amoríos, los excesos y la cura.
Ese es el camino.
Y para contarlo hay dos buenas herramientas, al menos dos, el protagónico de Egerton, que sostiene de manera histriónica al personaje y nos hace quererlo, y el período que se decide contar, porque será en el que todo pase.
La alternativa creativa de meter canciones y coreografías en medio del desarrollo de la historia, puede ser algo que distraiga más que ayude, pero es una elección creativa.
La película tiene un dato que no ayuda, y es la duración, son dos horas, hay que sostenerlas con sorpresas permanentes que no siempre se logra.
Por lo demás, no tiene el dramatismo de la película sobre Freddy Mercury, ni descubriremos cosas nuevas de la vida de la estrella, nos divertirá un rato, canturrearemos otro rato, y en definitiva es lo que cuenta. Divertirse en el cine.
Aprobó Elton, todos felices para contar los años locos de la vida del excéntrico pianista niño prodigio. Sus amores, sus pasiones, sus excesos en una fantasía musical un poco larga y desordenadas.
6 Butacas
No es un dato menor el verlo a EJ entre los productores, eso implica que hay algo de rigor, al menos en los trazos gruesos de la historia.
Una interpretación descomunal del bueno de Taron Egerton, a quién hemos enaltecido en otras críticas, que logra un equilibrio muy justo entre el personaje que compone y sus alzas y bajas emocionales, así como ponerle el cuerpo a los momentos musicales.
Contada a la manera de fantasía musical, tan característica de los años 70 (Sandro, Palito Ortega...) Rocketman nos cuenta la historia de arranque el fenómeno Elton John, una creación del pequeño Reggie, que irá creciendo y desarrollándose en medio de la historia familiar que lo contiene.
Siempre decimos que lo que presenta un desafío a la hora de contar una vida en la pantalla, es el rango de años que elegimos para contar el todo, en este caso está muy bien la elección, porque nos pone frente a esos primeros años de niño esmerado, su madre y padre, su abuela y el reconocimiento de los temas que serán los que marquen su vida de adulto.
Los primeros escenarios, la dupla creativa con Bernie, su amigo del alma, el despertar sexual, los productores, los amoríos, los excesos y la cura.
Ese es el camino.
Y para contarlo hay dos buenas herramientas, al menos dos, el protagónico de Egerton, que sostiene de manera histriónica al personaje y nos hace quererlo, y el período que se decide contar, porque será en el que todo pase.
La alternativa creativa de meter canciones y coreografías en medio del desarrollo de la historia, puede ser algo que distraiga más que ayude, pero es una elección creativa.
La película tiene un dato que no ayuda, y es la duración, son dos horas, hay que sostenerlas con sorpresas permanentes que no siempre se logra.
Por lo demás, no tiene el dramatismo de la película sobre Freddy Mercury, ni descubriremos cosas nuevas de la vida de la estrella, nos divertirá un rato, canturrearemos otro rato, y en definitiva es lo que cuenta. Divertirse en el cine.
Comentarios
Publicar un comentario