The Five
The five
Harlan Coben es un creador de contenidos nacido en USA, que encontró en UK su lugar creativo en el mundo. Puede concretar ahí, con calidad insuperable, sus historias de no más de 6 u 8 capítulos, que nos tienen al borde del sillón. Como The FIve.
6 Butacas
Son cinco amigos de chicos, vecinos, compañeros de colegio y de juego y de aventuras, que viven de manera inseparable esos años dorados. Se buscan, se divierten, se enamoran (hay una sola mujer entre ellos) y encuentran en el bosque que está detrás de sus casas, el escenario ideal para sus cosas.
Un día deciden dejar atrás al hermano menor de uno de ellos, no tiene edad para que los siga.
Nunca lo volverán a ver.
El bosque, un presunto asesino de niños, la vida se lo tragó. Lo hizo desaparecer de sus vidas.
Claro, se seguirán viendo, pero nada será igual.
Esos padres desesperados que dejaron de buscar unos años después, y la vida de cada uno de los inseparables que seguirá por rumbos distintos.
La única mujer se hará médica en Estados Unidos, uno será policía (el hijo del policía que investigó la desaparición) otro se pondrá un refugio para jóvenes en riesgo, y otro se hace abogado.
Se volverán a juntar porque una serie de indicios pueden configurar una reapertura del caso.
Coben desata entonces toda su maestría para ir contando una historia compleja, que se irá haciendo cada vez más interesante, y nos va a a su vez deshilvanando una madeja complicada, misteriosa, que implica cosas no dichas, viejas cuentas sin saldar, delitos actuales y comportamientos extraños.
La historia en este caso está por encima de todo.
Es decir, es muy buena, complicada, requiere de nuestra atención permanente, y no admite dudas.
Lo que no está bien son las actuaciones, y es una pena, porque quiere decir que la historia prescinde de quienes la cuentan.
Directamente malos los actores elegidos, salvo algún caso (como O-T Fagbenle a quién disfrutamos en el Cuento de la criada, o Geraldine James y Michael Maloney que interpretan a los padres del niño desaparecido), lo que hace que muchas veces desviemos la atención de lo que realmente importa, para detenernos en algún detalle poco creíble de una sobreactuación.
Ahora bien, como es una historia que muy bien podríamos disfrutar en un libro, leerla de un tirón para ir viendo cómo se van incorporando personajes, historias, que tendremos que ir descartando, lineas que se abren y cierran, hasta encontrarnos con un final sorprendente, que si están atentos se revela con pistas muy sutiles hacia el penúltimo capítulo.
En definitiva, foco en la historia, que los malos actores no distraigan, y a disfrutar.
Harlan Coben es un creador de contenidos nacido en USA, que encontró en UK su lugar creativo en el mundo. Puede concretar ahí, con calidad insuperable, sus historias de no más de 6 u 8 capítulos, que nos tienen al borde del sillón. Como The FIve.
6 Butacas
Son cinco amigos de chicos, vecinos, compañeros de colegio y de juego y de aventuras, que viven de manera inseparable esos años dorados. Se buscan, se divierten, se enamoran (hay una sola mujer entre ellos) y encuentran en el bosque que está detrás de sus casas, el escenario ideal para sus cosas.
Un día deciden dejar atrás al hermano menor de uno de ellos, no tiene edad para que los siga.
Nunca lo volverán a ver.
El bosque, un presunto asesino de niños, la vida se lo tragó. Lo hizo desaparecer de sus vidas.
Claro, se seguirán viendo, pero nada será igual.
Esos padres desesperados que dejaron de buscar unos años después, y la vida de cada uno de los inseparables que seguirá por rumbos distintos.
La única mujer se hará médica en Estados Unidos, uno será policía (el hijo del policía que investigó la desaparición) otro se pondrá un refugio para jóvenes en riesgo, y otro se hace abogado.
Se volverán a juntar porque una serie de indicios pueden configurar una reapertura del caso.
Coben desata entonces toda su maestría para ir contando una historia compleja, que se irá haciendo cada vez más interesante, y nos va a a su vez deshilvanando una madeja complicada, misteriosa, que implica cosas no dichas, viejas cuentas sin saldar, delitos actuales y comportamientos extraños.
La historia en este caso está por encima de todo.
Es decir, es muy buena, complicada, requiere de nuestra atención permanente, y no admite dudas.
Lo que no está bien son las actuaciones, y es una pena, porque quiere decir que la historia prescinde de quienes la cuentan.
Directamente malos los actores elegidos, salvo algún caso (como O-T Fagbenle a quién disfrutamos en el Cuento de la criada, o Geraldine James y Michael Maloney que interpretan a los padres del niño desaparecido), lo que hace que muchas veces desviemos la atención de lo que realmente importa, para detenernos en algún detalle poco creíble de una sobreactuación.
Ahora bien, como es una historia que muy bien podríamos disfrutar en un libro, leerla de un tirón para ir viendo cómo se van incorporando personajes, historias, que tendremos que ir descartando, lineas que se abren y cierran, hasta encontrarnos con un final sorprendente, que si están atentos se revela con pistas muy sutiles hacia el penúltimo capítulo.
En definitiva, foco en la historia, que los malos actores no distraigan, y a disfrutar.
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