All the old knives

All the old knives

Demasiado texto para contar una de espías. Si bien no hay problemas de producción y se filma en la ciudad del mundo que haga falta, los escenarios parecen quedar ociosos mientras se cuenta esta historia entre susurros.


5 Butacas



Y llama la atención, porque en las de espías esperamos otra cosa. Pero este relato es de alguna manera íntimo y por eso nos desconcierta, y también nos hace prestarle atención.

Los actores son de lujo, y de alguna manera son los que sostienen esta historia que, de nuevo, nos confunde desde el comienzo.

Hace 8 años en una base de la CIA en Viena se monitorea un atentado terrorista, un avión es secuestrado en pista y si no se atiende a unas demandas comenzaran las bajas, que comienzan.

Toda la base se revoluciona, porque adentro del avión hay un agente que empieza a mandar datos de cómo es la mejor manera de atraparlos, de asaltarlos y terminar con las bajas.

Pero esa información es compartida con los captores y todo termina mal.

Hay un topo, y hay que descubrir quién es.

lLs agentes Henry Pelham (Chris Pine) y Celia Harrison (Thandiwe Newton) y los superiores Vick Wallinger (Laurence Fishburne) y Bill Compton (Jonathan Pryce), todos tienen un rol y todos pueden ser los topos, la película (como manda el libro de las buenas películas de espías) nos da indicios de que cualquiera de ellos pudo ser, nos da pistas falsas.

Pine y Newton eran amantes en esos días, lo que hace que todo se complique un poco más.

Solo sabremos que ella desaparece un día, no sabremos bien por qué, y que reinicia su vida muy lejos de Europa, en Carmel by the sea en California, adonde hace una familia.

Será Fisburne quién le ordene a Pine cerrar esa investigación 8 años después, a la luz de nuevos indicios de que en efecto hubo un topo.

Así se inicia esta investigación que también lo tiene como protagonista, irá a Londres primero, adonde se retiró Pryce y luego a Carmel.

Se encontrarán en un restaurante de vinos, repasarán el tiempo juntos, todavía se aman, y de esa conversación (que ocupa demasiado tiempo en la película a pesar de estar muy bien resuelta) saldrán a la luz los hechos, las motivaciones y los errores cometidos.

En esa escena se cifra toda la película, y es mucho pedirle a una cena de dos ex amantes. Todo tiene que sostenerse a partir de flashbacks, y ya sabemos que no siempre funcionan bien! A veces, como en este caso, nos arruinan un buen clima de conversación con una escena que nos saca de la historia para ayudarnos a centrarnos de nuevo en lo que intentamos descubrir.

Pryce y Fishburne, todo oficio.

Es desconcertante la película, tiene intentos y está bien actuada, pero hay algo en su estructura, que no termina de funcionar.

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