The lost city
The lost city
No hay sorpresas, ninguna, todo lo que vamos a ver lo podemos predecir desde el primer minuto, es una historia muy básica y elemental que ya conocemos, pero que tampoco nos atrae por ninguna singularidad.
3 Butacas
Y ese es un problema, al menos para bancar las casi dos horas que dura.
Hay frescura, es cierto, Sandra Bullock es capaz de eso y mucho más, pero también hay tanto lugar común que termina aburriendo.
La Bullock (su mejor momento pasó y es innegable que está intentando varios caminos para volver a ser la actriz taquillera que fue) es una escritora de novelas románticas y de aventuras, cuyo protagonista (de ficción) está encarnado en los eventos de firmas y presentaciones de libros por Channing Tatum, que también está en esa sintonía.
Ella está harta de la saga que escribe (sus lectores son huecos y demasiado superficiales) pero su carrera fue por ahí y es lo que le piden sus editores.
Está en crisis con su profesión y en su vida, y está en un momento óptimo para retirarse de todo.
En el evento final, el personaje se harta y deja el hotel, y es secuestrada por un millonario excéntrico, Daniel Radcliffe, que es coleccionista y está convencido que la isla misteriosa y sus tesoros que describe en los libros la escritora existe, y quiere para él semejante descubrimiento.
La secuestra entonces y la conmina a que descifre unos jeroglíficos encontrados en la isla.
Ahí empieza la aventura, con toques románticos y acción (explosiones y eso) mientras intentan salvarla (Tatum con la ayuda de un excéntrico mentalista ex marine que compone, y es lo mejor, Brad Pitt).
La química torpe entre Bullock y Tatum es lo mejor de la película, no el guión, no lo que sucede mientras se desarrolla la historia y no las historias paralelas que se intentan contar. Los dos son estrellas y no le temen al ridículo.
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