Entrevias

Entrevías

José Coronado es bien recibido en Argentina, una especie de blend de Alfredo Alcón y Jorge Salcedo, un tipo duro que puede ser entrañable, pero le cuesta. Su última serie para Netflix, Entrevías, tenía destino de éxito en Argentina.


5 Butacas



Coronado es Tirso Abantos, un ex militar que tiene una ferretería y vive en Entrevías, un barrio bastante marginal de las afuera de Madrid, un conurbano hecho y derecho, tomado por banditas de narcos de baja escala y bastante marginalidad.

Sobrevive a fuerza de su excepcional mal humor y el refugio de dos amigos, que fueron camaradas de armas, uno atiende ahora un bar y el otro vive con su madre.

Tirso es una especie de Gran Torino, un Eastwood sin sentimientos aparentes que se lleva muy mal con todo el mundo, sobre todo con su familia, sus dos hijos y las familias que estos formaron.

Un hecho termina empujando a que tenga que hacerse cargo de una de sus nietas, una nieta vietnamita que sus padres adoptaron, que tiene 17 años y que no hace mucho por su vida, más allá de estar enamorada de un chico colombiano que quiere escaparse con ella.

La llevará a vivir con él, le impondrá sus normas, pero todo se complica con un tema de drogas que por volumen, hace intervenir al capo de la transa en la zona, un tal Sandro.

Con esta introducción cualquiera diría sin verla que es una serie áspera, que se va a complicar, que será dura en escenas, pero no, todo se edulcora.

Los españoles tienen un tema con este género, parece que van a ir a fondo pero no lo hacen, se quedan a mitad de camino, lo cruzan con historias medio risueñas, edulcoradas, nunca hay sangre, hay violencia media, cuidada, como si se tratara de una telenovela para la tarde.

Entonces se nos va de registro y es difícil creerle.

Las actuaciones tampoco ayudan. 

Coronado es bueno, pero a veces lleva tan al extremo a su personajes que sabemos que no no lo hace en serio, que va aflojar, entonces pierde emoción.

Hay una historia paralela con la policía, sobre todo con un policía que está en medio de todo, una especie de justiciero del barrio que se enorgullece de que en todos los años que está en esa posición no haya muerto nadie, es una especie de nexo entre la policía y los narcos, demasiado ambiguo para la historia, su personaje requiere un desarrollo complejo que la historia no se lo va a dar. 

Lo bueno de este personaje, Ezequiel, es que lo interpreta Luis Zahera, el mismo actor gallego que hizo con Coronado Vivir sin permiso y que fueron una pareja de buen desarrollo en esa serie, el guiño para los espectadores llega de la mano de la primera vez que se ven y este le dice "yo te conozco de algún lado..."

El resto del elenco es muy pobre, poco creíble, sobre todo en el caso de la nieta, una actriz con problemas de dicción, no hacía falta que fuera vietnamita.

Se destaca el personaje de la madre del chico colombiano del que está enamorada la chica, una actriz cubana que se llama Laura Ramos y está siempre en sintonía.

El otro problema que tienen estas series españolas es que los capítulos son demasiado largos! Más de una hora cada uno, son un desafío en estos tiempos. Los ingleses están buscando fórmulas, capítulos de 45' y no más de 5 o 6 episodios, como si fueran películas largas.

Resumiendo, se ve mucho en Argentina, sobre todo por Coronado y como recuerdo de su éxito anterior (por eso se repite la fórmula con el mismo coprotagonista) pero la historia tiene problema de registro, es un drama que no termina de serlo, intenta posicionarse en temas centrales, drogas, racismo, problemas con los adolescentes, barrios tomados por pandillas, pero lo hace desde una superficialidad que desconcierta.

Se viene una segunda temporada.


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