Dog

Dog

Uno se prepara por el afiche para ver una comedia, por que está Channing Tatum en la foto, que es un buen comediante, pero la película se tuerce hacia otro registro, y el resultado es bueno.

5 Butacas

Tatum compone a un Ranger, un duro del ejército (su físico impresiona en pantalla) que tuvo una lesión compleja en combate y está en esos baches temporales de recuperación.

Fuerza todo para volver, el ejército es su lugar en el mundo, ahí está todo lo que le hace bien, la misión, el propósito, la camaradería, el honor. Todo lo que está afuera de ese mundo no lo satisface, ni siquiera el lejano espejismo de tener una familia.

Así que lo intenta y lo intenta, pero necesita que un superior de su escuadrón autorice su vuelta.

Para poder hacerlo le asigna una misión, tiene que llevar en camioneta atravesando varios estados a Lulú, una perra heroína, que ha servido con un soldado que acaba de morir en un accidente de tráfico.

Esa perra es un ejemplo para todos en los Rangers, participó de más misiones de rescate que cualquiera, y es querida por todos. Pero el estrés del combate, no tener a su compañero, la volvieron huraña, compleja y muy peligrosa.

Así que la misión no es sencilla, deberá llevarla con riesgo para su físico, en su camioneta atravesando todo el País, hasta llegar al funeral del soldado caído, para que Lulu lo acompañe en ese último adiós. Una vez que participen del funeral, deberá llevarla a una base para que sea sacrificada, el ejército ya no puede controlarla.

Ese viaje es toda la película. Una especie de road movie extraña en la que la vibración principal no es la comedia (que hay y mucha) sino que son esos monólogos al aire de Tatum que lo van haciendo reflexionar sobre su vida y su lugar en el mundo.

Y la relación con esa perra que pasa de la desconfianza absoluta a la unión incondicional.

Son dos guerreros que curan heridas, que se comunican de una manera especial, que se van cruzando con historias en el camino y con contratiempos, que se empiezan a confiar y a relajar en el momento justo.

Es una película pequeña, con algo de épica, reflexiva y por momentos tierna, que tiene a un buen protagonista, un actor al que le creemos su incapacidad para algunas cosas, su torpeza para otra, pero al que también le creemos sus sentimientos y cómo es capaz de transmitirlos a la pantalla.

Después están los momentos clip, esos momentos adecuados para las canciones más clásicas, las puestas de sol arriba del capot de la camioneta, los campos sembrados, todo lo que imaginamos, en definitiva es una película americana con todas las letras y sin intentar ocultarlo, pero no nos golpea.

Al final queremos que no la sacrifiquen, y que las heridas sanen para los dos.