Hidden assets

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Nos gusta el piso de calidad y de ironía de la producción inglesa, con sus policiales sobre todo, pero también nos gustan mucho las producciones irlandesas, que a esos buenos valores le agregan la música y la alegría.

5 Butacas

Este policial tiene una vuelta de rosca interesante desde el título, se trata de un cuerpo especial del GARDA (la policía irlandesa) que se encarga de seguir la ruta del dinero de los malos, de sus activos, de lo que intentan ocultar al fisco y a la sociedad.

Así este equipo (chico, medio desclasados del departamento de policía) entrará en acción cuando los que están en la calle entregan datos para que ellos investiguen.

Son muy de escritorio, salvo la jefa (Angeline Ball, a quién ya vimos hacer de policía en Acceptable risk, esta vez investigando laboratorios) que calza arma reglamentaria y se enfrenta a todo y a todos rememorando sus días de detective.

Un cerco sobre los activos de un narco medianamente importante en las afueras de Dublin, un atentado con hombre suicida en Bélgica, dos hechos que no tienen conexión aparente hasta que entre los documentos ocultos del narco, aparece un título de propiedad de un departamento en Amberes, desde el cual se armó el plan de la bomba.

Parece rebuscado, pero está bien armada la trama y se van atando las puntas y las conjeturas de manera no forzada y muy inteligentemente.

Por supuesto hay gente poderosa que intenta esconder, hay políticos, hay cuestiones muy actuales en Europa como los candidatos de la ultra derecha y xenófobos, y por supuesto, el interesante accionar de esta unidad especial que goza cuando llegan a la casa de un implicado a llevarse todo (relojes, títulos, dinero, todo).

La investigación se hará entonces en los dos países, hay una contraparte de la inspectora en Amberes, que trabaja en el campo del contraterrorismo, así que será interesante ver cómo las dos culturas intentan convivir.

Esa relación es la que marca el costado mas humano del relato.

El desarrollo de los personajes no es tan central, y es una pena porque podría haber sido algo positivo ya que da para eso, sobre todo de los personajes que trabajan puertas adentro de esta unidad especial, que tienen sus obsesiones, son metódicos y capaces de descubrir agujas en pajares.

Lo que ocurre es que la trama trae tanta información en cada capítulo, que es difícil distraerse de eso.

Parece dar respuesta a esa pregunta que a veces nos hacemos, ¿qué pasa con los bienes de estos tipos? Ahí está la respuesta, el tema es que tirando de esos hilos las consecuencias son imprevisibles.