La línea invisible

La línea invisible

La producción española no deja tema por explorar, por revisar, por reinterpretar y contar de manera creativa. Hace poco vimos un excelente documental sobre ETA y en el 2020 Movistar+ se anima con una ficción sobre ese momento en el que todo cambió, el día que la organización se cobra su primera víctima.


8 Butacas



Qué envidia que puedan hacerlo, revisar, contar desde distintas perspectivas, recrear la historia, cualquier historia, por más dura que sea.

ETA, la organización independentista vasca actuó durante 60 años y mató 829 personas hasta que se disolvió en 2018.

Pero ese número de muertos, muchos guardia civiles, comenzó con uno emblemático, el asesinato de José Pardines de 25 años en 1968, un guardia civil de carreteras, que patrullaba en su motocicleta y que tuvo la mala suerte de cruzarse con Txabi Etxebarrieta e Iñaki Sarasketa dos de los cabecillas de la organización en un control de papeles en una carretera.

Ese hecho, ese primer muerto, es el que marca a fuego esta miniserie de 6 episodios de gran producción y guión, que nos va a meter en esos años de revolución, de creación de una identidad, de cambios constantes y de origen de una de las organizaciones que tuvo en vilo a Europa por tantos años.

Se va a contar a dos bandas, una en el seno de esos jóvenes que, influidos por sus lecturas, por Angola, el Mayo francés, el Che y tanta ebullición de ideas y de bombas, se envalentonarán para tomar el control de esa organización que no sabía demasiado bien por qué luchaba, si por una identidad, si contra el franquismo y el salvajismo policial o por independizarse de la manera más tajante de España y su opresión.

Los caminos que estaban tomando bajo el liderazgo de sus fundadores, estaba muy marcado por la lucha obrera, por los ideales, pero sin pasar a la acción, a dejar de ser testimoniales. Se ve también claramente cómo el poder financiero y el cerebro de los primeros años de la organización estaba fuera de la zona, en Francia y la manera particular de operar.

Y por otro lado, la otra banda, es la vida de un personaje de la policía local, Melitón Manzanas, que llevaba con mano firme todas las cuestiones vinculadas a los subversivos de la zona, pero sin prestarle demasiada atención a esos soñadores, en su mayoría muy jovenes, universitarios que viven cómodament en casa de sus padres.

Esos dos mundos chocarán de manera brutal ese día en el que la mala fortuna hace que esos caminos se crucen en esa carretera y comience así un conteo de muertos que fue una pesadilla para los españoles, cruzar la línea, pasara a la acción, ese delgado límite.

Está muy bien contada, actuada y llevada la serie. Tiene de todo, pero sobre todo, un apego a las cuestiones históricas que por momentos la cruzan con los documentales que conocemos sobre el tema.

Y en ese sentido describe, recrea situaciones, no polemiza, no sacraliza ni tampoco condena, muestra, cuenta.

Un ejercicio interesantísimo para revisar la historia. 

Pené todo el tiempo en lo bueno que sería tener una historia así sobre Montoneros por ejemplo, aprovechando que tenemos tantos todavía vivos que pueden contar historia, pero cómo acercarse si hasta nos resulta imposible la edición de un libro con un hecho ocurrido hace 50 años para revivir la disputa dialéctica y poner arriba de la mesa una violencia verbal como si no fuera posible darnos esa chance de contar, de revisar, de revisitar, sin que en ello se nos vaya la vida.

Si hay algo bueno en La línea invisible, es que puede contar, puede recrear, puede narrar, no importa de qué lado estás en la historia, es la historia que hay que contar y hay que dejar que se cuente, después debatís, después argumentás, aportas cosas nuevas, pero no podés impedir que se cuente.

Apuesta fuerte de Movistar+ en este caso.

Ese asesinato "sin querer" es el prólogo del que si fue trabajado, pensado, elegido en asamblea, planificado al detalle, que es 2 de agosto de 1968 cuando ETA asesina a sangre fría cuando llega a su casa a Melitón Manzanas, que había hecho carrera en la Policía política franquista y que era en ese momento jefe de la Brigada Político-Social en Gipuzkoa, que se dedicaba en exclusiva a la represión política de comunistas, socialistas, sindicalistas y nacionalistas vascos.

Un placer verla, por lo bien hecha, una envidia verla, por esa capacidad para hacerlo, para animarse a contar, y sobre todo, muy bueno verla, para entender.

Comentarios

Entradas populares