The old man

The old man

Buena historia, de cicatrices, de cosas que no se hicieron en su momento que tienen consecuencias 30 años después. La CIA y sus operaciones grises y dos actores sensacionales para poner el cuerpo.


7 Butacas



Es una de espías, una serie de agentes de la CIA pero para nada convencional.

Es Jeff Bridges al primero que vemos, un señor mayor, con problemas de sueño, que vive en un lugar alejado y bastante solo, no sabemos bien por qué, hasta que una noche, alguien va a su casa.

Creemos que se trata de un robo, no sabemos nada de su personaje, pero su reacción para con el intruso es tan desproporcionada que nos hace pensar que ese señor calmo de pelos blancos es algo más que un señor retirado que quiere vivir en paz.

En seguida se pone en marcha una especie de mecanismo de supervivencia, habla por teléfono con alguien que no conocemos, y le confirma que fueron por él, que lo descubrieron, y que tiene que poner en marcha un plan de escape hacia una nueva vida.

Buen arranque, potente, desconcertante.

Tiene dos perros enormes, educadísimos y asesinos brutales ante un chasquido de su lengua, y tiene recursos escondidos, de pronto cambia su ropa, su apariencia, y aparece en otro estado de camino a otra propiedad.

La historia empieza así y es prometedora, nos iremos enterando de quién es en realidad, un agente muy importante de la CIA en los días de las operaciones en Afghanistán, que por alguna razón que desconocemos hizo cosas por afuera de los manuales, que se involucró con un líder local y con su esposa y que producto de esos desvíos hay una hija, que también trabaja en la CIA sin revelar quién es en realidad.

Y el otro puntal de esta historia es John Lithgow, que hace con maestría a un todavía vice director del organismo, que encubrió las actividades de Bridges en sus días en el desierto, que encubrió su salida del País, y que ahora que está de vuelta, puede hacer caer toda su carrera. Ni hablar del hecho de que además es el mentor de la hija de Bridges.

En definitiva, es una historia bien compleja, que tiene de todo, política internacional (en la que los productores se permiten alguna reflexión sobre lo hecho en el terreno) tiene intereses económicos, militares, y sobre todo, un drama personal y familiar muy bien desarrollados.

Es un equilibrio nada fácil ese, porque uno se prepara para ver una de espías y no quiere distraerse con los dramas personales, pero resulta que en The old man son la clave, todo lo que no se resolvió hace 30 años vuelve de manera brutal en el presente, entonces son necesarios los flashbacks para situarse en la historia, para entender.

Y también están las escenas de violencia, que Bridges actúa de manera magnífica  y convincente a su edad, de manera de ponernos todos los condimentos en la mesa.

De ese pasado, el líder Afgano traicionado todavía está vivo, es millonario y sigue viviendo en su aldea, pero quiere saber, quiere lo que le pertenece, y hará todo para lograrlo.

Con el augurio de una segunda temporada, es una serie de espías pero de una factura extraña, que cuesta por lo compleja, pero que a fuerza de buenas actuaciones se convierte en atractiva.


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