The watcher

The watcher

A veces las películas, las series, muchas vece en realidad, tienen una buena trama incial que no saben cómo resolver. Esta serie de Netflix (muy vista en estos días) confunde por todos lados y nos atrapa con una trama que aburre a la mitad, cuando ya no podemos dejar de verla.


4 butacas



Basada en un artículo periodístico, que contaba la pesadilla de una familia que decide alejarse de los peligros de la ciudad (NYC) para mudarse a los suburbios en busca de paz a una casa soñada, que los recibe pésimo y con una historia de terror vinculada a sus vecinos y su historia.

No es la primera historia de familias buenas que se mudan a casas malas, embrujadas, poseídas, por eso somos algo exigentes con este género, queremos que nos de algo nuevo, porque ya vimos bastante.

Los Brannock se mundan, y ni bien llegan, los vecinos son raros (está Mia Farrow haciendo de vieja mala y bruja, le sale bien) todo les es hostil, hasta que se ponen a acondicionar un par de ambientes y comienzan a llegar unas cartas raras, anónimas, escritas por alguien que firma Vigilante, que los incomoda por lo amenazantes.

Bueno, no hay mucho más, el matrimonio Bobby Cannavale (cada vez mejor) y Naomi Watts, se obsesionarán con esas cartas, investigarán con ayuda de la policía local, de una investigadora privada, de amigos, y se obsesionarán tanto que nos van a despistar más de una vez con sus hipótesis.

El tema es que a medida que pasan los capítulos, las cartas siguen llegando, y las hipótesis y las líneas de trabajo no se consolidan, dan pie a nuevas, y entramos en una suerte de loop que no nos lleva a ningún lado.

Es cierto, hay un impacto en la familia, que se endeuda mucho (la casa cuesta cerca de tres millones de dólares, mucho en cualquier País) y no sabe cómo lidiar con esa deuda y la posibilidad cierta de tener que vender perdiendo plata, el trabajo del protagonista que no está tan sólido como parecía, los hijos. 

Pero también hay una historia de misterio, que estaría bueno que su desarrollo acompañe a ese impacto familiar. Y no lo hace.

Abre ventanitas de nuevas posiblidades, nuevos personajes, y no terminamos de ver quien es el Vigilante, y lo peor es que va a quedar abierto.

Muy bien la dirección de arte, la casa es intimidante, los paisajes, el paso del tiempo en la vegetación, la música, el vestuario de los protagonistas, engamados en colores claros, en contraste con los malos que van de oscuro.

Todo bien, menos, la historia.

No terminamos de engancharnos y lo peor, es que por la mitad empezamos a sospechar lo peor, que por los capítulos que nos quedan no van a poder solucionar el tema, que no van a poder darle un cierre a la historia y que nos van a sorprender con algo sobrenatural como a veces hacen, hechando mano a cualquier cosa para poder cerrar.

No lo hacen, pero quizá hubiera estado bueno, dejan todo tan abierto que parecería que le faltaron 6 capítulos más.


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