Flesh and blood
Flesh and blood
La familia perfecta, cuya madre viuda vive frente a una playa de ensueño, sus tres hijos ya adultos la visitan y la quieren, pero están dispuestos a verla feliz?
7 Butacas
Es extraño el título de esta miniserie de 4 capítulos que estrenó hace poco la cadena inglesa iTV (sensacional) porque ya hay película y otra serie que lo lleva, y sobre todo porque remite a temas más carnales, menos psicológicos, quizá más violentos.
La historia gira alrededor de una familia, madre a punto de cumplir 70 años, tres hijos maduros, dos mujeres y un varón, que van llevando sus problemas con una superficie de felicidad, sin ahondar demasiado en lo que pasa cuando vuelven a sus casas, a sus mundos privados.
Esta tensión está absolutamente disimulada en las apariencias de todos. En esto convengamos que los ingleses son muy buenos.
Hasta que un día llega un desconocido para "los chicos" un cirujano jubilado que se enamora de la madre y se quiere casar con ella.
La colma de mimos, de regalos, y no hace más que hacer todo para que sea feliz.
Pero pasaron nada más que 18 meses desde que enviudó, y esto les cae mal a todos, menos a la madre, claro.
La vecina de al lado, Mary, que estuve pendiente de ellos toda la vida (demasiado) también será parte de esta sensación de estar en contra del desconocido. Quién es ese que viene a romper esta harmonía? Qué quiere?
Comienzan entonces las sospechas, los ataques velados, lo investigan, lo someten a un escrutinio insoportable.
La construcción de la historia nos va mostrando un interrogatorio a todos los protagonistas porque alguien ha caído del balcón y está grave, inconsciente, en el hospital.
No sabremos quién es.
Lo vamos descartando por los que son llamados a declarar.
Lo único que sabemos es que es en la celebración íntima de los 70 de la madre, la noche anterior a que la pareja inicie un viaje soñado, la luna de miel a la India por 6 semanas.
La tensión va creciendo, no todo será lo que parece, y los protagonistas (los hijos) van mostrando también cómo sus mundos se vienen abajo.
Está construida como una buena novela de misterio, con idas y vueltas, con situaciones que se recrean en un interrogatorio lento pero profundo, y tiene varias sorpresas que se van abriendo hacia el final.
Un párrafo aparte para la participación de Stephen Rea.
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