Prime suspect 1973
Prime suspect 1973
Un crimen vintage, un intento de revivir una serie icónica con la puesta en escena de una precuela, los comienzos de la célebre y desconocida casi para nosotros detective Jane Tennison.
7 Butacas
La serie Prime suspect se emitió en los años 90 con gran éxito, casi un formato novedoso (ahora tan común entre nosotros) con 6 temporadas cortas, de 2 intensos capítulos cada una.
Helen Mirren daba vida a la detective Jan Tennison, implacable y decidida, se enfrentaba a los más intrincados y complejos casos con su sagacidad y tenacidad.
El éxito de aquellos días motivó que los productores pensaran en revivirla, ya no con la Mirren que está grande, sino con un truco usual, la precuela, los días de 1973 en los que la principiante y aspirante a detective Tennison se alistaba en una comisaría para empezar tu trabajo de campo.
Así que esta Prime suspect arranca en una fría mañana de 1973 con un cuerpo de una joven en una alcantarilla.
En este caso optaron de acuerdo a los cánones actuales por una extensión un poco más generosa, de 6 capítulos, y lograron recrear el clima de época muy bien.
La aspirante Tennison entra en un mundo de hombres, un mundo muy sexista en el que debe hacerse un lugar a los golpes de talento.
Está operando la central telefónica de la comisaría cuando un tremendo asesinato cae en la jurisdicción, todos se movilizan, es atroz, y la joven policía se va metiendo de a poco en el corazón de la investigación, primero acompañando a los detectives cuando es necesaria la presencia de alguien con uniforme (o cuando hay mujeres en los interrogatorios) y después a fuerza de observaciones inteligentes y miradas distintas y novedosas sobre el caso.
Son los primeros días de una detective fabulosa que creó la TV inglesa.
Vale la pena por varias razones, aún sin conocer toda esta historia, el caso en sí es bueno, y tiene todos los condimentos de los buenos policiales. Pistas falsas, gente que no cuenta todo lo que sabe, mentiras, un romance en el medio de la principiante con el jefe de investigadores (una decepción que se devela al final) y la aparición de interesantes historias paralelas.
1973 está recreado de manera impecable, con una banda de sonido que incluye a Bowie y a Pink Floyd, con la psicodelia como telón de fondo de las relaciones en los barrios más humildes y la droga presente en sus facetas más experimentales y letales.
Es un buen intento por reflotar una serie que fue suceso en Europa y que tiene (ay! la falta de ideas en USA!) su versión americana reciente con María Bello como protagonista inspirada en la Mirren.
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