La Embajada

La Embajada

Atractiva historia con pizcas de corrupción, política, engaños, entramado policial y sensualidad. Gran elenco para una miniserie que podía haber dado mucho más.



6 Butacas

Porque lo básico está bien. Antena 3 produce (el mainstream español) con un piso de calidad envidiable, ahí hay industria y se nota, todo está cuidado. Hay un elenco que es una especie de seleccionado de estrellas (Belén Rueda, Abel Folk, Pedro Alfonso y Úrsula Corberó y Darín Jr.) y una historia muy interesante y bien armada.

Lo que decimos siempre, la misma cosa hecha en Estados Unidos y hablada en inglés, nos daría un par de puntos más en la consideración. 

El fenómeno está ahí y merece un estudio un poco más profundo. Es el idioma un factor de tanta determinación a la hora de dejarse llevar por una trama?

Para empezar, todo suena a telenovela, porque hay algo en el sonido, en la música, en el canto, que no podemos despegar de esas experiencias. Y eso conspira contra algunas puntas claves del relato, que nos exigen concentración.

Por lo demás, todo es impecable, llega un embajador español a hacerse cargo de la sede diplomática en Bangkok, una embajada que viene salpicada de sospechas de corrupción (negocios con empresas españolas fuera de España) un embajador muerto en un accidente extraño, y un tipo honesto que viene de la mano de la nueva política para limpiar lo que haya que limpiar.

Ahí se empieza a complicar todo, los mecanismos de corrupción y las personas que lo llevan adelante están intactos, un negocio demasiado bueno para que alguien lo sople, y con la llegada de la esposa del embajador (bella Belén Rueda) y su hija, todo se complicará hasta el infinito.

Hay muy buenas actuaciones, hay escenas bien logradas de acción, hay suspenso, hay tensión (sobre todo la tensión sexual de un trío inesperado) y hay una buena salida para cada problema que se presenta. Cada vez más complejos, cada vez más comprometidos, cada vez menos diplomáticos y más violentos.

Hasta un desenlace muy color de rosa, tanto, que hasta parece abrupto, como diciendo, bueno, había que terminarlo así, pasemos a otra cosa.

Con todo, elenco, buena historia, buenas ambientaciones, buena dirección, La Embajada no termina de enamorar, mantiene la tensión y crea buenos climas compromete al espectador para seguir mirando, pero no enamora.

Quizá por eso no siguió, lo bueno es que de esa experiencia Corberó y Alfonso pasaron a Casa de Papel, si esta hubiera seguido quizá no hubiesen aceptado.

Se puede ver en FLOW

Está bueno que el tema de la diplomacia y las relaciones en ese mundo se reflejen en la ficción. Podría haber dado mucho más.

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