Nyad

Nyad

Todo es posible si te lo propones. Esfuérzate. No hay edad para tus sueños. Tantas veces hemos oido esas frases de sobrecito de azúcar en las películas norteamericanas, películas que no solo tienen la misión de contar algo, sino que necesitan empalagar con esas enseñanzas.

4 Butacas

No digo que esté mal, digo que es un recurso que muchas veces ocupa demasiado espacio a la hora de contar una historia.

Netflix produce esta historia con sus condicionantes, grandes audiencias que no quieren saber demasiado del lado oscuro de las historias, todo tiene que salir bien, se puede estar a punto de fracasar, pero se triunfará al final.

Nyad es el apellido de una nadadora intrépida, testaruda, según la película demasiado egocéntrica, que cruzó nadando la distancia entre un cabo de Florida y las cosas de Cuba a los 64 años.

Una tentación filmar esa hazaña, y la película tiene todo el tiempo un tono documental y un tono de historia íntima, que tiene que hacer equilibrio todo el tiempo.

Hay si un buen trabajo de la pareja protagónica, Annette Bening y Jodie Foster. En sus sesentas ambas, pueden mostrarse en cámara tan naturales como sus carreras a prueba de todo le permiten, son como muebles exquisitos sin lustrar, capaces de componer sus personajes sin vestuario ni maquillaje.

Son potentes las dos en esa relación. Nyad será solo ella y la Foster, su amiga íntima, la que organice todo lo que necesita para que cumpla su hazaña.

Una tirana con una meta, un mundo que gira a su alrdedor solo para que la cumpla.

Buenos paisajes, buenas escenas de océano y sus peligros, pero no mucho más, Nyad aburre por momentos, sobre todo cuando se pone demasiado empalagosa con eso de luchar sin descanso por tus sueños (en este caso no importa quién sale herido, la meta es más importante que todo).