Que nadie duerma

Malena Alterio (si, hija de Héctor y hermana de Ernesto) ha hecho toda su carrera de actriz en España, menos prolífica que su hermano y su padre, es la protagonista de esta historia extraña, que si hubiera sido algo más lineal estaría muy bien.


4 Butacas



Lucía es una programadora informática que trabaja en una empresa dental grande, cuida de su padre muy mayor y necesitado de ayuda, es soltera y tiene una vida más o menos monótona y lineal.

De un día para el otro se queda sin trabajo, y como no puede darse el lujo de estar parada, se compra un taxi y emprende esa aventura de cambiar de vida a la mitad del recorrido, digamos.

La película podría haber ido para ese lado, las historias de la calle, lo que le pasa a una inexperta en esos horarios marginales, en los que hasta hace solo dos semanas estaba durmiendo o cuidando de su padre, para estar ahora arriba de un auto recorriendo Madrid.

Pero la historia elige otra variante, ella está sola en su departamento y escucha por la ventilación una ópera, Turandot, muy alta.

Este recurso (que ya había utilizado muy bien Woody Allen en la otra mujer) es el disparador de una historia de amor que no se concreta. La música la lleva hasta el departameto de un vecino en el piso de arriba. Ella se enamora de solo verlo, el la deja enamorarse, pero todo será insinuación entre ellos.

El vecino resulta ser actor, le da un nombre falso (Calaf, como el protagonista de la Ópera) y de un día para el otro desaparece del edificio.

Entonces ella, que se queda con muchas fantasías danto vueltas, irá a clases de canto para poder aprenderse esas arias de la protagonista, vestirá ropas a la usansa japonesa y manejará horas y horas con la esperanza de encontrarlo en su recorrido.

Se va cruzando con historias en ese auto, es cierto, pero son algo desconcertantes.

Salva bastante el guión la buena actuación de Alterio, hubiera sido muy complicado sin ella, la historia se va de cauce muy a menudo.

Una productora de teatro sube un día (Aitana Sánchez Guijón) y otro día un escritor, un dramaturgo, con los que desarrollará un vínculo, de amistad y de cariño en cada caso.

Pero esas relaciones, esa apertura para con ambos no va a terminar bien, en un giro que podría calificar como predecible, esas confidencias uyas se transforman en una obra de teatro, en tono de comedia, que se pondrá en una sala céntrica y nada menos que con el protagónico de Calaf.

Ella irá a ver la función, se sentirá humillada por ver su vida expuesta de esa manera, y se irá a su casa.

Lo que sigue lo podemos también adivinar, esperará al actor en la puerta dle teatro para llevarlo a algún lado, lo terminará llevando a su casa en donde se vengará de la manera más clásica que podamos pensar.

Lo mismo hará con su amiga productora y traidora.

No sabemos qué hará con el escritor, no sabemos cómo termina ya que hay dos escenas que bien pueden interpretarse como finales, no sabemos tantas cosas al final que ya queremos que termine, pero a la vez queremos que alguna historia cierre.

Alterio bien, guión mal, dirección extraña (sobre todo por algunos efectos de sonido inexplicables) en general no pasa nada y cuando pasa se desaprovecha.

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