Todos los nombres de Dios

Luis Tosar es, junto quizá hoy con José Coronado y Luis Zahera, uno de los actores españoles que nos gusta mucho, que cada vez que nos cruzamos con un nuevo título de su filmografía lo vemos, porque sabemos que lo que nos va a entregar es bueno.

4 Butacas

Y esta película no es la excepción a la regla, su trabajo es bueno, conmueve, nos inquieta, pero lo que no está a la altura es el guión.

Esta vez es Santiago, un taxista medio parco, que anda triste por la vida. No es para menos, se le murió una hija hace un tiempo, y su vida con su esposa e hijo, ya no es igual.

Trabaja muchas horas, y le esquiva a estar en la casa en horarios normales.

Una mañana una pasajera lo lleva a Barajas y allí en la puerta cuando la deja y acomoda sus cosas para volverse a casa, una explosión brutal cambia su mañana, y después sabremos, todo su día y su vida.

Todo es confusión, humo, gritos, llantos, y su vocación por ayudar lo lleva a bajarse del auto para auxiliar gente. Uno de los que sale aturdido le pide ayuda, el lo carga en e hombro y se dispone a llevarlo al hospital para que lo atiendan.

Ese no es un sobreviviente, es uno de los hombres bomba, musulmán, que no detonó la suya.

Así arranca esa jornada que se irá poniendo cada vez más compleja, hasta la desesperación.

Es una de terroristas, de musulmanes poniendo bombas en Madrid, y de cómo los españoles tienen todo lo que se necesita para defenderse del flagelo.

Pero, acá el pero es grande, si bien el trabajo de Tosar es impecable, tiene que llevar un chaleco con explosivos y tiene que estar siempre en movimiento porque se detona si se queda quieto, el resto es como que no está en perfecta sintonía.

Dirige todo desde el ejército una comandante muy estereotipada, interpretada por Inma Cuesta, que también nos gusta mucho, y están también otras caras conocidas, Roberto Enríquez que es una especie de policía que no está de acuerdo con las decisiones que toma la comandante, y Fernando Cayo (lo conocimos en Casa de Papel) como el mejor amigo, también taxista, de Tosar.

Pero si bien el despliegue es a la altura de esta nueva manera de filmar de los españoles, las imágenes están todas bien, las coreografías de acción son perfectas y los efectos especiales están a la altura, hay algo básico y hasta ingenuo en el planteo y los diálogos, algo parecido a un folleto de una fuerza de seguridad, que está apoyado en actuaciones demasiado estereotipadas. Gestos, miradas, nerviosismos poco creíbles.

Y ni hablar de los musulmanes, que por fuerza que son siempre los mismos actores, estamos un tanto hartos de verlos hacer de malos.

En fin, una pena, porque la tensión está bien, y la cara que lleva todo el peso dramático está siempre a la altura.

Todos los nombres de Dios hace referencia a unas cuentas que el suicida fallido lleva en sus bolsillos, 99 cuentas que son los 99 nombres de Dios con que su madre lo educó desde niño.

Es floja. Vendrá en Prime Video pronto, es de 2023.