Ad vitam

Esta película francesa de acción tiene un título atrayente, nos evoca (y nos confunde) con alguna historia escandinava, de esas noir que nos gustan tanto, pero no, es francesa.


4 Butacas



Entonces algo podemos imaginarnos, que habrá buenas coreografías con persecuciones de auto, y que seguro habrá alguna traición o algo que ocultar.

Pero la trama no alcanza.

Los protagonistas son una pareja que se conoce cuando hacen el curso para convertirse en gendarmes de elite. Son buenos los dos, y es obvio apenas los vemos que se van a enamorar.

Una noche de rutina reciben un llamado, hay unos ruidos de tiros en un hotel muy exclusivo, deciden ir sin avisar porque el tiempo es escaso, sin pedir refuerzos, y cuando llegan, los violentos (que no sabemos nada de ellos) están saliendo del hotel con un rehén, por lo que, en la recepción se produce un tiroteo que termina con uno de los gendarmes muertos, otro muy mal herido y uno de los supuestos delincuentes también abatido.

Un problema para nuestro protagonista, que era el jefe de esa unidad, por todo lo que hizo mal.

Lo dejarán afuera del cuerpo y con un proceso en su contra.

Pero habrá cosas, detalles, cabos sueltos, que transformarán ese supuesto tema delincuencial común, en una operación encubierta del gobierno, de las más altas esferas de la diplomacia francesa, que de descubrirse le traería un dolor de cabeza a la administración.

Pero resulta que nuestro héroe tiene un as bajo la manga, hay una insignia que se manchó de la sangre del agresor que se salvó, y con ese adn podría identificarlo y de alguna manera descubrir el complot.

Así que ahora la película será cómo, el gobierno y sus brazos más oscuros, intentan eliminarlo y eliminar también la evidencia.

Una trama simple, poco creíble, pero que sirve como excusa de las persecuciones.

Hay una historia de amor, su pareja embarazada y aparentemente frágil, también es una tropa de elite, con lo cual aun embarazada dará pelea, pero a la vez necesita ser salvada y que triunfe el amor.

La historia se deshilacha, no llega a atar todos los cabos y al final, el desenlace es acelerado para poder darle corte a la historia, nunca nos enteramos qué pasa con la ministra que encarga el trabajo sucio, y si los responsables del tema pagarán por ello, nos quedamos en la anécdota de la salvación y las peleas y los tiros.

Hay un dato interesante, en una persecución se meten nada menos que en los jardines de Versalles, con un aditamento de color llamativo.

Es narrativamente muy confusa y su protagonista no da la talla, deberían haber llamado a Liam Neeson.

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