Green Book

Green Book

Peter Farrelly es un director de comedias con tintes bizarros y muy efectivas. Green Book no es una comedia en el sentido literal, aunque hay buenos momentos de ese tono. Es una historia de amistad que surge después de haber derrumbado prejuicios.


8 Butacas




Y no son menores los prejuicios. Porque la historia transcurre en los primeros años 60, con JFK en funciones, y se desarrolla a lo largo de un viaje que un pianista clásico negro, hará de gira artística por el corazón sureño de la segregación.

Nada menos.

Tony Lip, el personaje que hace Viggo Mortensen, es un ítalonorteamericano de NY, un laburante de los márgenes, que se gana la vida como un maitre especial del famoso cabaret Copacabana y que se queda sin trabajo por unos meses cuando el Copa entra en remodelaciones.

El Dr. Don Shirley, el personaje que compone el imparable Mahershala Ali (lo que ha filmado desde el oscuro Remy Danton de House of Cards es increíble) es un pianista clásico, un verdadero freak culto y refinado, que enfrentado todos sus propios fantasmas, querrá probarse a sí mismo en tierras hostiles, dando una seria de recitales en gira por el sur de los Estados Unidos, en donde lo aplauden en los escenarios como un virtuoso, pero lo discriminan en los hoteles, restaurantes y lugares públicos con la misma sonrisa.

Tony está sin trabajo, y no tiene resto. Es básico, gordo, poco refinado, pero tiene los valores de la familia y el honor en cada uno de sus toscos actos. No hay mundo fuera de su barrio, sus amigos complicados (italianos estereotipos) y su familia. Esto quiere decir, no hay lugar para otras razas ni costumbres ni religiones.

La posibilidad de encontrarse en casi nula. Hasta que el destino lo hace. Tony será el chofer, o un poco más que eso, que llevara al Dr. Shirley por las rutas y los caminos de esa gira compleja.

En ese mundo, esas conversaciones que se darán entre ambos, ese acercamiento al mundo del otro mediado por un asiento y un espejo retrovisor, está la magia que consigue Farrelly.

El Green Book al que alude el título, es un librito muy popular por los años 50 y 60, que funcionaba como una especie de "guía para no pasarla mal de viaje si sos negro y tenés que andar por territorio hostil", y al que se debe recurrir un par de veces en la película.

Una historia de hombres, de mundos totalmente distintos, que en momentos de gran tensión en el ambiente, en el momento histórico, encuentran los puntos de unión, tejidos a risas y confesiones, a rabietas y momentos de protección mutua. Tony lo salvará de situaciones de violencia (Tony es violento por naturaleza) y el pianista con otros argumentos, como invocar la amistad con Bobby Kennedy para salir de prisión los dos una noche de lluvia.

Son dos horas y diez de un duelo actoral muy interesante, porque se da en una sintonía y armonía muy suave, que hace que nada entre ellos, ni lo que les pasa ni lo que se van develando a lo largo de ese viaje, sea tirado de los pelos, o increíble. Hablan distinto, piensan distinto, disfrutan de diferentes comidas, ropa, costumbres...

Es una película que habla de la tolerancia, de los zapatos del otro, pero también se enfoca en que, para conocer al otro, hay que conocer su entorno, lo que lo rodea, lo que lo motiva. 

Los dos, Tony y el Dr, se irán contando, al principio con recelos, al final con el corazón abierto, lo que los conmueve, lo que los apena, lo que los hace reír, lo que los enamora.

Es una historia real, que está filmada en un tono que tiene la medida justa de sonrisas, momentos de tensión dramática (como lo que rodea a las escapadas del personaje del Dr fuera de programa) y una música exquisita. 

Logra conmover, logra sacar sonrisas y alguna risotada destemplada, logra atraer con dos personajes fuertes, tan bien construidos que atrapan.

Es una muy buena película.

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