Todos lo saben
Todos lo saben
No intriga lo que todos saben, porque tampoco es tan complicado, y no intriga el caso policial. No intriga.
6 Butacas
Lo que si sucede es que hay buenas actuaciones, en las que el libro parece una anécdota para juntar a esta gente a actuar y a amalgamarse entre ellos. Y eso está bueno.
En medio de esa pareja intensa que componen en la vida real Javier Bardem y Penélope Cruz, que también saca chispas en la pantalla, se mete un Ricardo Darín distinto, algo místico, dueño de silencios, y ese es quizá el mejor de los destilados que deja la película.
Cruz encarna a una española que vuelve de visita a su pueblo con sus hijos, está casada con un argentino y vive fuera de España.
Al llegar a ese pueblo para el casamiento de una de sus hermanas, demasiado pequeño, demasiado cercano unos con los otros, un hecho policial les hará pasar a todos la borrachera de manera inmediata y desatará los miedos y viejos recelos entre los familiares y amigos.
Está todo muy bien contado, muy prolijamente narrado, la recreación de ese pueblo, parecido a tantos, con su calles medievales y sus bares y sus viñedos, y sus casas desprolijas.
Bardem es un vecino más, cercano a la familia de Cruz, como que es el hijo de algún dependiente de aquella familia, ahora dueño de una finca que ellos mismos le vendieron.
Casado y sin hijos, fue novio de Cruz en la juventud, antes que ella partiera para casarse con Alejandro (Darín) su esposo argentino.
En ese triángulo, más allá del caso policial que se desencadena y en el que, a fuerza de investigaciones y llamados y mensajes, se irá descubriendo un secreto que llevan los protagonistas, que no es tan complicado al fin del día, y que no justifica para nada que el título de la película nos lleve a pensar que ahí hay algo valioso.
El director iraní hace jugar bien esos momentos, esos cruces, y bastante bien el devenir de las relaciones de los familiares, que en un pueblo chico y en medio de un caso policial, están a la vista de todos y se comportan de manera no habitual.
Todo eso está bien contado.
Lo que falta es guión.
Falta suspenso.
Falta.
No intriga lo que todos saben, porque tampoco es tan complicado, y no intriga el caso policial. No intriga.
6 Butacas
Lo que si sucede es que hay buenas actuaciones, en las que el libro parece una anécdota para juntar a esta gente a actuar y a amalgamarse entre ellos. Y eso está bueno.
En medio de esa pareja intensa que componen en la vida real Javier Bardem y Penélope Cruz, que también saca chispas en la pantalla, se mete un Ricardo Darín distinto, algo místico, dueño de silencios, y ese es quizá el mejor de los destilados que deja la película.
Cruz encarna a una española que vuelve de visita a su pueblo con sus hijos, está casada con un argentino y vive fuera de España.
Al llegar a ese pueblo para el casamiento de una de sus hermanas, demasiado pequeño, demasiado cercano unos con los otros, un hecho policial les hará pasar a todos la borrachera de manera inmediata y desatará los miedos y viejos recelos entre los familiares y amigos.
Está todo muy bien contado, muy prolijamente narrado, la recreación de ese pueblo, parecido a tantos, con su calles medievales y sus bares y sus viñedos, y sus casas desprolijas.
Bardem es un vecino más, cercano a la familia de Cruz, como que es el hijo de algún dependiente de aquella familia, ahora dueño de una finca que ellos mismos le vendieron.
Casado y sin hijos, fue novio de Cruz en la juventud, antes que ella partiera para casarse con Alejandro (Darín) su esposo argentino.
En ese triángulo, más allá del caso policial que se desencadena y en el que, a fuerza de investigaciones y llamados y mensajes, se irá descubriendo un secreto que llevan los protagonistas, que no es tan complicado al fin del día, y que no justifica para nada que el título de la película nos lleve a pensar que ahí hay algo valioso.
El director iraní hace jugar bien esos momentos, esos cruces, y bastante bien el devenir de las relaciones de los familiares, que en un pueblo chico y en medio de un caso policial, están a la vista de todos y se comportan de manera no habitual.
Todo eso está bien contado.
Lo que falta es guión.
Falta suspenso.
Falta.
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