Vice

Vice

Una especie de biopic que es en realidad una irónica autopsia de una carrera política de alguien que, desde un rol secundario pero constante, llegó a moldear el tono y las acciones de una administración, nada menos que en el gobierno de Estados Unidos.


9 Butacas



Magistral retrato de la arrasadora vida de Dick Cheney, el vice presidente de George Bush hijo, que fue determinante en las acciones y decisiones más complicadas y violentas de la historia moderna de los Estados Unidos.

El director Adam McKay, también autor del libro, va tejiendo la historia personal de Cheney con recursos cinematográficos muy inteligentes, contando de manera ágil, irónica, nada convencional, la biografía al límite del personaje.

Desde sus frustraciones en la universidad, sus borracheras y peleas conexas, la ambición y determinación de su esposa (correcta Amy Adams) sus trabajos de poca importancia, hasta su despertar a la política, como pasante en el congreso, asistiendo al senador Donald Rumsfeld (buen trabajo de Steve Carell).

Ese puesto lo hará ir creciendo, conociendo el lado oscuro de la burocracia, y sobre todo los vicios, los desvíos secretos del poder. No hay que perder de vista que se forma en el gobierno republicano de Richard Nixon, en el que su jefe, en permanente disputa con Henry Kissinger, es nombrado Jefe de Gabinete.

Todos esos vicios, esas estrategias, se ven frustradas cuando Ford (el VP de Nixon que completó el mandato) pierde con Carter, y Cheney tiene que salirse de la política por un tiempo.

El juego que el director propone, de ir y venir en el tiempo, de congelar imágenes en gestos, de adornar el cuadro con contexto, son simplemente magistrales, ayudan a la comprensión del personaje, y le aportan a la historia una densidad dramática inesperada.

Es por sobre todas las cosas un retrato despiadado, de un hombre que no cae simpático, que habla para adentro, que mira siempre varias jugadas adelante, y que llegará, por su propio mérito pero por sobre todo por debilidad de quién lo elige como compañero de fórmula (Bush hijo) a ser el personaje más gravitante del período más oscuro de la historia reciente de Estados Unidos.

Al retirarse al mundo privado, será el jefe de una poderosa empresa petrolera, adonde lo irán a buscar para volver a la política.

Lo hará con una condición, que a Bush hijo le parece bien (en la película parece no entender del todo qué es lo que le están proponiendo) ir tejiendo una vicepresidencia de enorme poder, con manejo de los temas externos, de energía, de defensa, y poner en cada punto decisivo de la administración a un alfil leal, de manera de controlarlo todo.

La prueba de fuego será el atentado a las torres gemelas de NY, su manejo de la crisis, sus decisiones, y sobre todo, lo que vino después, fortaleciendo al poder ejecutivo hasta dejarlo casi sin posibilidad que los otros poderes puedan ejercer su esquema de control y balance, basado en teorías bien formadas desde lo legal y filosófico, pero lejos del espíritu central de las democracias, serán su sello personal.

Su vida familiar, su corazón débil (recibió un trasplante hace pocos años) la manera en la que el director resuelve simbólicamente ese corazón que falla en el relato, las actuaciones, y la dinámica narrativa, hacen que esta película sea una de las mejores del año.

No hay carisma en el personaje, no hay historias cómodas ni sensibles, por lo que es difícil que gane corazones y voluntades, pero hay muy buena cinematografía.

Christian Bale otra vez vuelve a sorprender con una composición asombrosa, una mimetización con un personaje que todos recordamos haber visto, y sobre todo en Estados Unidos, es un desafío enorme, que Bale supera con creces. No solo desde lo físico, es de los actores capaces de hacer con su físico una herramienta poderosa, sino también desde el alma del personaje, del que nunca nos enamoraremos.

Todo el elenco cumple bien sus roles, todos encarnando a personajes de la política bien conocidos (Rumsfeld, Colin Powel, Bush compuesto por el enorme Sam Rockwell, que se ganó todo con su policía de Tres anuncios para un crimen) y la recreación de época es sensacional.

Es intensa, es muy entretenida, es compleja, nos deja esa sensación de que están pasando cosas importantes mientras nos concentramos en lo que mueve a esos personajes que toman esas decisiones, y eso es fabuloso para una película de estas características.


Comentarios

Entradas populares