Ecos de un crimen

Ecos de un crimen

Desde este espacio saludamos que se visite este género tan poco hecho en el País, y eso ya vale mucho, aunque el resultado no sea el que quisiéramos ver.


5 Butacas



Hay mucho de valorable en Ecos de un crimen, primero el hecho de animarse a hacer una película "a lo Stephen King", que maneje esos niveles de suspenso y de tensión.

Eso se logra con buena dirección, y el intento de Cristian Bernard en ese sentido llena la ficha, sabe lo que tiene que hacer y lo intenta bien.

La historia la hemos visto, arranca con un auto tomado desde el cielo siguiéndolo por una ruta rodeada de bosque. Ahí las convenciones nos llevan a adivinar que es una familia que se está yendo a pasar un tiempo a algún lugar alejado y que ahí le van a pasar cosas feas.

Lo vimos muchas veces.

Y en efecto, se trata de una familia, papá escritor (tardaremos segundos en adivinar que escribe cosas de misterio y no para chicos) mamá atenta, se encargó de alquilar la casa y de cuidar que todo esté bien con el escritor y dos hijos, uno bebé y una de unos 10 años.

Hasta ese momento en el que entran en la casa, en el que por el diálogo que tienen con la señora que la alquila (Carola Reyna inoxidable) y algunos detalles, percibimos que algo está desequilibrado en el escritor y eso va a traer problemas.

Peretti lo hace con suficiencia, la otra cosa que se necesita en este tipo de películas es que las miradas, las sonrisas, los detalles sean muy sutiles y bien marcados a la vez. Y Peretti juega bien ese juego. Lo mismo que el papel de su esposa devota, que hace bien Julieta Cardinali.

Se larga una tormenta fuerte, y esa paz del hogar alquilado pero de ensueño, se empieza a descomponer con la llegada de una extraña en medio de la lluvia. Llega desesperada porque su esposo mató a su bebé.

Pide y le dan refugio.

Esa tensión, hasta ese momento tiene un par de temas para revisar. Está bien resuelta pero también es cierto que todo pasa demasiado rápido, es decir, desde que llegan a esa casa y pasa esta llegada de la extraña pasa poco tiempo de película! Tiene el relato que necesariamente trabajar muchas cosas a la vez para que nos pongamos en situación.

Después llegará por supuesto el marido a buscarla, violento, encarnado por Diego Cremonesi, algo caricatura en su vestuario y maquillaje, pero a partir de ese momento es cuando la historia toma un giro, un loop de pesadillas y de pérdida de temporalidad del relato que nos desconcierta y nos lleva demasiado rápido por lo evidente, a saber qué es lo que está pasando.

Y la historia entonces, por lo expuesta, tiene mas tensión que misterio. Para los que disfrutamos del género no vamos a tardar nada en descubrir por dónde sigue la película y que es lo que va a pasar a cada momento.

De todas maneras, como dijimos, el intento desde el punto de vista de la factura cinematográfico es bueno.

Un recurso muy bien usado, hay que señalarlo, es el uso de la música. En las películas de suspenso y misterio, la música es la que marca la atmósfera, la que determina el pulso de la dinámica y nos marca cuándo van a pasar las cosas.

La música de Pablo Borghi va a jugar un rol fundamental entonces para meternos en esa dinámica y en ese proceso que se va dando como dijimos, demasiado rápido.

Es definitivamente un producto hecho con mucho profesionalismo y siguiendo estándares de producción para plataformas, con un piso de calidad interesante, pero que carece de cualquier verosimilitud y cualquier emoción.

Una pena no aprovechar mejor a los actores ya que son buenos todos, pero la historia no los aprovecha.

Para corolario, el final se plantea extraño, una mezcla del Dr. Lecter de el "Silencio de los inocentes" y "Atrapado sin salida" o algo mucho peor. Inverosímil y hasta gotesco.

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