Misión Imposible (7): Sentencia de muerte

Misión Imposible (7): Sentencia de muerte (parte 1)

Ya lo había hecho con la remake de Top Gun, Tom Cruise, quizá la mayor estrella de la pantalla grande a mitad de camino entre lo nuevo y lo clásico, revive una franquicia con una de las mejores entregas.



9 Butacas




Son tiempos de despedidas, Neeson del vengador maduro, Denzel del ecualizador, por no nombrar (de pie) a Indiana y su última pirueta coon Ford de 80 años. O despedidas sin saber que son despedidas pero que tienen ese sabor en la pantalla. El sabor de lo que se está agotando.

Ethan Hawke acepta esta misión, y ya desde la música (la de Lalo, reversionada) nos preparamos para vivir algo grande, y no nos defrauda.

Ya sabemos todo, el equipo es el mismo, el pasado está ahí al alcance de un flashback, las historias siempre se tratan de salvar al mundo de (ahora si) una amenaza final, y sin embargo volvemos a caer en la trampa y nos acostumbramos al leguaje de los epías con facilidad.

Es una telaraña esta película, y Cruise es el prestidigitador, la sonrisa cautivante y el que le pone el cuerpo a las escenas más complejas (literal) sabiendo y reafirmando que es una estrella que puede llevar adelante un suceso como este sin despeinarse.

En esta entrega hay una inteligencia artificial poderosísima capaz de controlarlo todo, ya no son misiles de largo alcance, bombas atómicas, la amenaza es por la inteligencia, por los datos, por los movimientos bancarios, por el control de los contenidos, las mentes, y los engaños.

Esa "entidad" como la llaman todo el tiempo, se controlaría con una llave que está dividida en dos mitades, una de esas mitades está por venderse en el mercado negro y nos podemos imaginar qué pasaría si cae en las manos equivocadas.

Hay que encontrar las mitades, ensamblarlas, pero sobre todo hay que descubrir cómo se usa? Qué abre? Por eso la historia no entra en una sola película!

La historia es llevadera, está bien construida, tiene ese equilibrio tan interesante entre el drama, la amenaza extrema y algo de comemdia muy fina, todo funciona.

Y además Cruise entrega unas escenas de acción (sin dobles) que son de lo mejor que se puede ver en este género, a la altura de las de Bond, y a veces mejor por más realistas.

Es larga, es cierto, pero las coreografías de acción, las ciudades, las persescusiones en auto, el Orient Express, no dan respiro, nos termina pareciendo corta, y nos preguntamos cuándo viene la segunda parte, qué va a pasar con esa llave.

Seguro el año que viene, habrá que esperar.


Comentarios

Entradas populares