Sentimental

Sentimental

Cesc Gay y su pintura de la clase alta barcelonesa, con sus obsesiones y sus problemas más simbólicos que reales.

5 Butacas

Sentimental es anterior a la que comentamos en este podcast hace muy poco, Historias para no contar, pero podríamos decir que sigue un hilo argumental muy similar.

Es como si hubiese tomado una de esas historias, que ya contamos que son inconexas, para hacer zoom en ella y desarrollarla con más tiempo.

Hay una pareja, Javier Cámara y Griselda Siciliani, que vive en un piso en Barcelona, mundanos, educados, hace 15 años que están juntos, tienen una hija y mucha riña, mucha distancia entre ellos, como un viento helado que los hace estar bajo el mismo techo pero casi no coincidir más que en algunos momentos en la casa.

Una tarde, cuando él llega de trabajar (es músico, pianista, pero se gana la vida dando clases en un conservatorio) ella prepara una picada, una picada grande, ha invitado a sus vecinos de arriba, que los ayudaron cuando estaban refaccionando su departamento, para cenar y agradecerles con el gesto las cosas que se prestaron en la obra.

El por supuesto no quiere saber nada, le gusta evadirse de esas cosas trepando a la terraza para pasar tiempo con su telescopio.

Ya no se puede frenar la invitación, y los vecinos llegan.

Después de las formalidades, de las primeras palabras, la charla, el intercambio entre ellos se irá tornando delicado. No por nada malo, pero irán por tópicos inesperados, o no tanto.

Aparece una cuestión movilizadora, el tema sexual, resulta que los vecinos practican interambios de pareja, y viven ese aspecto con mucha libertad, lo que constraste de manera potente con la apatía de los vecinos de abajo.

La película, íntima, de Cámara (no Javier) es una obra de teatro filmada, depende mucho del guión y de las interpretaciones, y hay que decir que está bien ese aspecto, el guión es inteligente, con algunos momentos de hilaridad y sobre todo las actuaciones de Cámara/Siciliani están muy convinecentes y precisas.

Después es cuestión de intimidad, y que la cámara y la puesta nos ayuden a entender ese ambiente y ese tono.

Gay lo hace bien, aunque por momentos, sobre todo cuando llega el turno de las reflexiones y los reproches, la película se corre de la comedia y se planta en un lugar incómodo.

La Siciliane pasa largamente la prueba de coprotagonizar allá en España y con elenco y temática española moderna.

Sentimental no defrauda, pero tampoco deslumbra.