Maffia mamma

Maffia mamma

Un divertimento corto, poco jugado y que no busca nada más que algunas escenas efectivas. Toni Colette como comediante es un buen hallazgo, pero no mucho más.

2 Butacas

Es una película que se toma en broma al universo italiano (esa visión tan recortada de la realidad que tienen algunos cineastas norteamericanos) y que para hacerlo explícito en la pantalla, pone tomates, música tipo El Padrino, y tiros por todos lados.

Así como si quisieran representar cualquiera de nuestros países latinoamericanos, dejarían sueltas algunas gallinas en el camino.

Se muere en un atentado un capo de la mafia romana, Mónica Bellucci es una especie de consejera de ese capo, y apenas sucede, manda un mensaje a una mujer norteamericana, la Colette, chica de suburbio con vida desordenada y muy gringa, para que asista al velatorio de su abuelo.

Ella sabe que existe pero nunca los vió. Su madre y ella emigraron a Estados Unidos ni bien nació.

Se enterará una vez llegada a Fiumicino por qué pasó eso y qué es lo que esperan de ella.

Se tiene que hacer cargo de la jefatura de la familia, de la organización, porque es el deseo de su abuelo que recién partió, ya que es por línea sanguínea quién debe hacerse cargo. Por supuesto que habrá un primo salvaje al que esta noticia no le cae nada bien, y una Bellucci dispuesta a todo para convencerla.

Bueno, todo planteado pero nada funciona. A partir de su llegada a Roma todo es estereotipo y absurdo, todo es tan pero tan obvio que aburre aunque haya intento de que nos divirtamos.

No hay líneas argumentales interesantes, aún en películas de esta iniciativa pueden funcionar, ni buena fotografía para disfrutar paisajes, ni situaciones graciosas en serio.

Además, en momentos en los que hay lucha o situaciones violentas, se apela a una violencia explícita absolutamente innecesaria y gratuita, que desluce más que ayuda, es como salida de otra película.

La Bellucci está tan sobreactuada y exigida a hablar un inglés cocoliche, que desluce a pesar de ser lo más sensato en el relato. Y Colette, si bien luce su fibra cómica, que la tiene, no alcanza a llenar ese personaje que tiene que estar sorprendido por lo que le está pasando.

Ni siquiera es bizarra. Parecería que fueron de vacaciones a Italia y decidieron filmar algo con algún guión de apuradas.