The diplomat

The diplomat

El mundo de la alta diplomacia y la política en esta apuesta de Netflix que se recuesta sobre todo en buenas actuaciones.


7 Butacas



Que son claves para que la historia nos resulte atractiva, porque el devenir y los giros del relato nos exige un grado de concentración extra, que no todos los espectadores tenemos todo el tiempo.

Cuando una propuesta nos exige conocimiento previo, estar enterados de las cosas del mundo, y además tener alguna idea de cómo funcionan las cosas, deja de ser atractiva, porque nos desafía en otro plano. Esta serie tiene eso, pero se cuida de introducir otros niveles de lectura, de disfrute, y son precisamente buenas actuaciones y buenos caminos alternativos por donde seguir la historia.

No es una serie de acción, es una serie de interiores, de oficinas en donde pasan cosas, más cercana a las west wing de este mundo y menos a las designated survivor. Quiero decir, hay texto, hay mucho que seguir y prestar atención.

Pero lo que agrega realmente algo novedoso es cómo esas personalidades tan complejas, tan activas, tan inteligentes, que deciden por los destinos de tantos de nosotros, tienen sus conflictos internos, sus pasiones, sus metejones y complejidades que los hacen tomar las decisiones que toman.

Ahí está lo atractivo de esta serie. En la pareja protagónica y sus dos facetas, la íntima y la que vemos en relación con su trabajo.

Keri Russell y Rufus Sewell tienen responsabilidad por esos roles. Ella será la diplomática de carrera, apasionada, impulsiva, enérgica, que es destinada a la embajada americana en UK y el, su esposo, que cumplió funciones diplomáticas en varios países en conflicto, que es un peleador consumado y un habilísimo político, la acompañará en rol de marido, no de embajador. 

Un jarrón chino, ella no quiere que opine, que opere, que se meta, pero va a recurrir a su astucia varias veces en la serie, y se arrepentirá otras tantas, por su estilo expansivo y complejo.

La historia se teje entre muchos pliegues, está lo diplomático (muy actual, Ucrania, las tensiones en Europa, el Brexit) lo político (a la embajadora la envían a UK porque la están preparando para ser VP del País si ella acepta y varios presidentes de USA fueron antes embajadores en UK) y sobre todo está lo personal, lo humano, esa relación entre dos esposos que ya perdieron casi todo entre ellos, pero que sigue funcionando en base a admiración y muchas veces bronca mutua.

La creadora de la serie es Deborah Cahn, que trabajó en The Wets Wing y Homeland, ahé entendemos mucho.

En una escena estamos observando cómo con astucia y diplomacia salvamos al mundo de la tercera guerra mundial y en plano seguido estamos en una habitación con ellos dos peleando y luego abrazándose con reproches mutuos.

Ya hay anunciada una segunda temporada, esta termina abierta, y seguro que los temas irán con un crescendo de acción prometedor.


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