Shrinking

Shrinking

Una exploración interesante, algo superficial, sobre el mundo de las terapias, vistas desde la mirada de un grupo de terapeutas que cambian la manera de encarar a sus pacientes.

6 Butacas

Esta propuesta de Apple TV tiene al mundo de las terapias como eje central de la trama. 

Son tres terapeutas de un centro muy paquete de un suburbio acomodado, una práctica que conduce un veterano psicólogo, encarnado por Harrison Ford que es además de un capo ya en retirada, un gran malumorado (no le cuesta nada a HF el papel).

El eje narrativo gira en torno a la vida de uno de ellos, un buen rol que asume Jason Segel (que es bueno para la comedia) uno de los integrantes del equipo que acaba de enviudar y todo su mundo se le pone patas para arriba.

Esa angustia lo lleva a despojarse de algunos procedimientos y a acelerar los tiempos siendo mucho más sincero con sus pacientes.

No solo sincero, sino que a veces tremendamente brutal, aconsejándolos a hacer cosas que le slen del corazón o del sentido común más que de lo que indica una buena terapia.

Se va a invlucrar en sus historias, los va a acompañar y a empujar a sacarse sus miedos, sus historias irresueltas, para hacerlos vivir una experiencia increíble (y en muchos casos sanar).

Todas esas historias (que no son tantas) se van dando mientras encamina su propia vida, con sus vecinos, con sus amigos, con su hija, con sus amores.

Es una historia interesante, que por momentos se repite en la fórmula que en algún capítulo funcionó y deja de atraernos, por eso es despareja.

10 episodios son muchos, porque en el medio, las historias no encuentran salida y parece que van golpeando contra los bordes de la pantalla.

Los personajes están muy bien dibujados, el de Ford por ejemplo, cuenta no solo con toda la presencia de HF en la pantalla, sino con ese costado gruñón del actor que es explotado de manera perfecta.

Los vecinos, que de alguna manera están presentes en todas las decisiones que el protagonista toma, sus amigos, y hasta su compañera de práctica, una actriz muy eléctrica que logra un personaje muy dehinibido e interesante.

Pero lo dicho, quizá daba para 6 capítulos, no más, porque las historias más atractivas, que serían las de los pacientes, no tienen el desarrollo adecuado a pesar de los 10 capítulos.

Apela a la emoción simplona, y esto tampoco está bueno, o demasiado al gag, que si, pero si se lo hiciese de manera más abierta sería más sincera.

Es muy importante entonces el rol de Ford en todo el producto, porque su presencia en la pantalla es muy potente y ayuda en momentos en los que la trama decae.