The blind side


Se trata de otra de esas increíbles historias gringas. Esas maravillosas películas que huelen a industria y a oficio por todos lados, capaz de contarse con muy pocos recursos, recurrir a los mismos viejos guiños de la vieja pantalla y hacer un enorme esfuerzo por bajar alguna línea moral.
Basada en una historia real, la de Big Mike viene a responder esa pregunta que ronda en la cabeza de más de uno de nosotros cuando vemos una de tantas historias de desigualdad, de falta de oportunidades, de desequilibrios, que son tan comunes en nuestra sociedad.
Como si fuese la historia del Diez o de Carlitos Tévez, pero ayudados de la mano de una familia que, con todas las cuentas pagas, se embarca en la aventura de meter en sus vidas a un marginal con cara de bueno.
Y ese experimento da un resultado. Claro que lo da, termina el colegio, va ala universidad y, como es de esperar, tiene su propia historia de éxito.
Así de simple es la película, y así de simple es la historia que intenta contar.
Se parece mucho, salvando las distancias claro, a esas películas viejas argentinas, en la que una familia adinerada (pongamos formada por Angel Magaña y Olga Zubarry) deciden llevar a un chico de algún orfanato a vivir con ellos en su opulencia, y triunfa en la primera de Rácing.
Estoy exagerando, pero hay algo de morosidad en la narrativa que recuerda a esas películas familiares de los Sábados.
Y esa chica, la Bullock, no estaba para ganarse el Oscar, de ninguna manera, pero no es menos cierto que su madurez interpretativa augura buenas cosas. Está rubia, flaca, un poco menos canchera y con el moco flojo, pero está un poco más en personaje que en casi todas sus películas. Creo que ni ella lo esperaba. Su papel en Crash, sin ir más lejos, es muy pero muy superior a este en calidad de interpretación.
En fin, nada nuevo, nada que sorprenda más que ese viejo oficio de la industria, una historia con polenta en el medio local, no tanto para nosotros, que vivimos demasiado cercados por realidades que no se pueden cambiar solo con voluntad.
Tiene si la historia, también alguna rémora del viejo cine de pantalla plateada, esta película pudo bien haber sido interpretada en los años 50, con la diferencia que el rol líder lo llevaría seguro Jimmy Stewart. La Bullock es eso, fuera de forma Pretty Woman, está para ese tipo de papeles con olor a clásico.
Espérenla en DVD.

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