Did you heard about the Morgans?


Si no fuera porque es una de esas películas que uno ve porque no hay otra en ese horario, quizá nunca hubiera entrado, seguro tampoco la hubiera alquilado o comprado.
Es que esta es una de esas películas que uno puede ya prever desde el comienzo y seguro que no se equivoca.
Para ponerlo claro, si uno ve en el afiche que es una comedia (lo dicen) y que trabajan Hugh Grant Sarah Jessica Parker, y que transcurre en Nueva York, ya podemos ir perfilando la película.
De todas maneras creo que es importante aclarar el contexto, era una noche de mucho frío (unos 5 bajo cero) y la idea era ir a ver "Up in the air" una película que venía con muy buenas críticas, o la más reciente Nine, el musical lleno de estrellas en el que trabaja Daniel Day Lewis, Sofía Loren, Fergie, Nicole Kidman, Penélope Cruz y otras bellezas, pero al llegar al cine (un enorme complejo AMC que está en la calle 42 a metros de Broadway) la única que clazaba con el horario era esta, la de los Morgans, así que adentro.
La peli no vale mucho, es ingeniosa hasta ahí y los dos hacen esos personajes que los hicieron celebrities, ella es una exitosa mina de Nueva York, él es un exitoso abogado con acento británico y los dos hacen lo que saben.
Ahora bien, los secundarios de esta película son un hallazgo, están muy bien, son muy sólidos y acompañan de tan buena forma, que a veces uno quisiera quedarse con ellos.
Después, imaginen a estos dos exitosos, que se están separando, que el quiere volver pero fue infiel y ella no lo deja, y que, una noche que salen a cenar para quizá no volver a verse, el tipo que ella tenía que ver en un departamento (vende departamentos la flaca) cae como bolsa de papas desde el balcón, muerto, claro.
Cuando lo ven el suelo, miran para arriba y allí está, el asesino que los mira y baja a los pedos para también encargarse de ellos.
Nos enteraremos después que el tipo es un capo mafia y que lo sigue todo el mundo, y a ellos dos los meten en cuestión de horas en un programa de protección de testigos. Y los mandan al medio del campo, esa zona bien rural de los Estados Unidos adonde viven esos que no les entendemos cuando hablan.
Una vez allá, estarán al cuidado de una deliciosa pareja de policías, y les va a pasar lo que imaginan, temas con los caballos, las vacas, el campo, y todo eso es gracioso.
Diálogos ingeniosos, esas caras de Hugh Grant (las únicas que parece que puede hacer) y algo del hablar rápido de la Parker (a propósito, qué fea es esta mina por Dios!)
Lo interesante del tema es el entorno, no tanto la peli que, si no vale la pena comentar más, sino todo el resto. Ir a ver una película en Nueva York tiene sus cosas, los cines son enormes (estos, los de las cadenas) la pantalla tiene una definición increíble y suena como la hostia. Desde el punto de vista de la tecnología, está todo más que bien.
Morfan como si no hubiera un mañana, y eso se huele en el ambiente, y son terribles con las aprobaciones o las demonizaciones de las películas, gustan, o no gustan, y no hay términos medios.
Esta por ejemplo, es una película que, para mi gusto, no se estrena en un buen momento, hacerlo en navidad, con otros tanques viniendo y con las nominaciones a los globos de oro y esas cosas, la deja fuera de carrera antes de empezar. No había gente en el cine.
Un último tema. Colas enorme, preventa, gente disfrazada, todo eso se veía en las cercanías del cine relativo a una película nueva, que ya venía con récords de venta anticipada: AVATAR parecía romper todo en poco tiempo, vamos a ver. Mientras tanto, yo deseaba volver para ver "Qué bello es vivir" De Capra, y en la taquilla americana, primera corría cómoda una de dibujitos, de Disney.
Las cosas están en su lugar.

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