Up in teh air


Como siempre pésimo el título en español. Si algo no es esta película es sobre el amor.
De dónde sos? le pregunta el capitán del avión en pleno vuelo al Clooney maduro mientras la extiende una tarjeta de platino que acredita que voló con la empresa nada menos que 10 millones de millas, de acá le contesta con su mirada melancólica.
De eso se trata esta película, de los que viajen y viajan todo el tiempo y son como caracoles, que llevan todo a cuesta consigo.
Pero andan livianos, como si todo lo que fueran las obligaciones que emergen de la vida de familia, fueran pesos demasiado grandes para una sola espalda.
A mi papá, Baby, le gustaba mucho un tango que se llama Equipaje. Y habla un poco de esa sensación de libertad de andar liviano por la vida.
El a su modo anduvo tan liviano como pudo.
Este es un caso extremo.
Un ejecutivo encargado de despedir gente para otros, viaja de un lado al otro del país haciendo ese trabajo. Le encanta, su departamento es tan despersonalizado que cualquier habitación de hotel es mucho más acogedora que su propia casa.
Anda solo, hace las cosas solo, junta millas, fiestas ocasionales, romances tan fugaces como son las luces de los aeropuertos.
Hasta que un día se enamora. No lo sabe, pero se enamora. Encuentra a uno como él, pero en mujer. Le gusta. Lo seduce la idea de que sea tan igual a él, pero a la vez le da un miedo que lo paraliza.
Cuando todo lo supera, cuando se entrega a eso que empieza a crecer y que cree que lo va a hacer para un poco, establecerse (hay una bella escena en la cual Clooney le muestra su escuela a esta persona) da ese paso en falso que lo hace descubrir algo que no hubiera querido que suceda nunca. Y claro que no voy a contar qué es.
Precedida de un éxito en ventas de la novela que le da el título y el argumento, la película no logra cautivar, uno no puede dejar de pensar en cada momento, que las escenas que está viendo serían mucho mejor si las recorremos en el libro original.
Ni el bueno de Clooney, a esta altura un correcto actor de comedias, con todo su glamour que lo emparenta con los grandes de la pantalla, la puede salvar.
De todas maneras es entretenida y me imagino que un buen espejo para los que frecuentan esa vida de andar por los aviones todo el tiempo.



Es cierto, creo que, después de leer algunos de los comentarios a la crítica, fui un poco injusto con el tono general de la crítica.
Quizá se deba a ese mecanismo de autodefensa que aflora cuando uno está ante algo que lo seduce pero que ala vez lo asusta.
No es causal la referencia a ese tango Equipaje que en su estribillo dice "...sería más fácil caminar sin equipaje..." seguro que más de una vez, en mi caso por espejo, lo pensamos muy íntimamente. Eso de dejar todo.
También es cierto que hay melancolía, mucha melancolía en esas sonrisas de costado, sugeridas que se dibujan en el rostro de Clooney. Y hay dolor, ese dolor que experimenta al ceder a lo que todos le dicen que es lo que hay que hacer y cuando lo hace, cuando está dispuesto a dejarlo todo (o nada, según se lo mire) ya no puede, ya no sirve.
Ella no era tan parecida a él como le había dicho ("soy como vos pero con vagina..."), él tenía ahí adentro, más a flor de piel de lo que mostraba, la capacidad para enamorarse.

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