It's complicated


Si vieron y disfrutaron hace unos años de "Alguien tiene que ceder" con el bueno de Jack Nicholson y la hermosísima Dianne Keaton, en seguida se van a dar cuenta de lo que les voy a contar.

Esta directora retrata con singularidad y con muy buen ojo, los desamparos, los desamores y los desencuentros, de la gente madura y exitosa de cierta clase alta norteamericana. Bien educada, ocurrente, moderna pero no tanto y que sabe disfrutar de las cosas que la vida les pone cerca.

Sea en los Hamptons de Nueva York, o en las afueras de una gran ciudad, los personajes de sus películas respiran buen gusto, se saben ricos y poderosos, pero sufren de amor. Y son personas grandes, personajes que ya han pasado por la experiencia del matrimonio, tiene hijos grandes y si fumaron marihuana fue hace no menos de 25 años.

En esta película, filmada a la manera clásica de Hollywood, con buen ritmo y con sólidas actuaciones y giros de complicidad con el espectador, se apoya en un trío actoral que es un lujo.

Steve Martin y Alec Baldwin, el nuevo Alec Baldwin, el panzón y muy divertido ex marido de Kim Bassinger, son desde hace unos años, un dúo imperdible como presentadores de las Saturday Night Life que acá llegan con un par de meses de delay. Y en esos juegos se destacan por saber burlarse de sí mismos y de lo que encarnan en la industria.

Ellos dos, que quizá, para mi gusto, tienen los personajes cambiados, ya que la directora le da todo el peso de la comedia a Baldwin, dejándole a Martin un personaje más melancólico, mucho más querible pero que no tiene oportunidad de explotar su histrionismo, se apoyan en Maryl Streep, que no deja un solo centímetro de la pantalla sin cubrir, componiendo a una señora de edad, con su vida hecha, hijos grandes, dueña de su destino y de su dinero, exitosa como pocas, que un desliz vuelve a enamorarse de su ex marido, de quien lleva 10 años de terapia y vivir separados.

Hasta ahí la anécdota. Ella lo vuelve a ver, él que está vuelto a casar con una mucho más joven (también exitosa y sin problemas para llegar a fin de mes) pero que le impone un rito juvenil que lo tiene extenuado (entro otras cosas vive con Pedro, un chico de 5 años y está en tratamiento diario de fertilidad para ir por otro) se vuelve a enganchar con las cosas que perdió, a tal punto que la seduce, vuelven a vivir momentos de piel y de risas y casi están a punto de enamorarse de nuevo, cuando las cosas se encausan definitivamente para un lugar que uno de antemano no adivina.

No hay finales felices, hay buena narrativa, hay buena música, hay definitivamente momentos de comedia sutiles, caras, gestos y hay unas actuaciones sensacionales, para hacer esta comedia de gente madura con dinero, que sabe que por más que tenga todo a su mano, no pueden con el viejo tema del amor y de la felicidad.

Descarnados retratos de una clase alta muy segura en todos los terrenos, menos en este, el de los afectos.

Es una muy buena comedia, de las clásicas, que tienen que ver, no se van a arrepentir.

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